Video-intervención del obispo de Puerto Maldonado: "Aquí empezó todo" David Martínez de Aguirre, op: "El Papa nos anima a trascender las tensiones y a seguir buscando nuevos caminos de consenso"

Martínez de Aguirre, con el Papa, en Puerto Maldonado
Martínez de Aguirre, con el Papa, en Puerto Maldonado

"En octubre del año pasado, el Papa nos convocó a Roma. Quiso colocar a la Amazonía en el corazón de la Iglesia, aún a riesgo de que le desordenáramos un poco la casa"

"La exhortación es un POEMA de amor proclamado a toda la Iglesia Universal y a todas las personas de buena voluntad. Un Poema que llora por los crímenes e injusticias, y que se maravilla contemplando la hermosura de estas selvas y sus habitantes"

Desde Puerto Maldonado, en plena selva amazónica, a orillas del río Madre de Dios, nos queremos unir a esta fiesta por la publicación de la exhortación postsinodal del Papa Francisco.

Fue precisamente aquí, en Puerto Maldonado donde tuvo comienzo esta bonita historia del Sínodo panamazónico. Un 19 de enero, el Papa nos decía: “Hoy aquí esta tarde comienzan los trabajos del Sínodo”. Y a partir de esa fecha se desencadenó un proceso de escucha protagonizado por más de 87.000 personas, de nuestras comunidades nativas, campesinas, ribereñas, de las ciudades… Entre todas y todos fuimos trazando los nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral.

En octubre del año pasado, el Papa nos convocó a Roma. Quiso colocar a la Amazonía en el corazón de la Iglesia, aún a riesgo de que le desordenáramos un poco la casa.

Soy testigo de la ilusión con la que muchos de nuestros hermanos indígenas llegaron al Vaticano, a “la casa del Papa” –decían- y allí se sintieron uno más.

Sus anhelos y preocupaciones fueron escuchadas y, juntos, con todos los obispos, misioneros y misioneras, compartimos la pasión por anunciar a Cristo.

Martínez de Aguirre, durante su intervención

Y hoy el Papa Francisco, fruto de todo este proceso nos regala esta exhortación: QUERIDA AMAZONÍA. El título, ya es un reflejo del corazón del Papa que muestra un profundo amor por este territorio tan particular y por sus pueblos. La exhortación es un POEMA de amor proclamado a toda la Iglesia Universal y a todas las personas de buena voluntad. Un Poema que llora por los crímenes e injusticias, y que se maravilla contemplando la hermosura de estas selvas y sus habitantes.

El Papa una vez más no nos ofrece una meta. Quiere ser luz en un camino que continúa. La exhortación, que se complementa con el documento postsinodal, genera procesos. Anima a trascender las tensiones y a seguir buscando nuevos caminos de consenso para encontrarnos con Cristo que nos hace soñar con su Reino presente en lo social, en las culturas, en la ecología y en la Iglesia.

Gracias Papa Francisco por el ánimo y el impulso que nos da. Su exhortación Querida Amazonía, nos hace sentir más de cerca el amor de Cristo y de la Iglesia, y nos impulsa a asumir el gran reto que tenemos de estar cerca de los más vulnerables y con ellos cuidar de nuestro planeta.

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