Carlos Osoro Decididos a ser libres y a generar libertad
(Carlos Osoro, arzobispo de Madrid).- Quiero acercarme a vosotros para deciros con todas mis fuerzas dónde está la novedad del Año Nuevo. ¡Qué fuerza tiene para nuestra vida, y para la vida de todos los hombres, descubrir dónde está la novedad! ¡Cuántas veces decimos feliz Año Nuevo! Pero muchas veces nos quedamos en unos nuevos días que comienzan y en cómo va pasando la vida, casi sin darnos cuenta. La novedad del Año que comienza es que Jesucristo está con nosotros.
No estamos solos. Dios nos acompaña, es más, va delante de nosotros. Nos ha revelado su rostro, y por Él hemos conocido quién es Dios y quiénes somos nosotros. Por eso os digo a todos vosotros también esas palabras que tantas veces nos decimos, pero os las acerco con este contenido: ¡Feliz Año Nuevo! Lo nuevo surge porque Dios vino a esta historia, se hizo Hombre: "la Palabra de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros". De ahí también el título y el contenido del Mensaje que el Papa Francisco nos ha regalado en la XLVIII Jornada Mundial de la Paz: "No esclavos, sino hermanos". El año nuevo se convierte en una llamada a renovar nuestra adhesión absoluta y total a Dios, y en él a todos los hombres. "Decididos a ser libres y generar libertad".
Entremos al comenzar el año experimentando que el Señor nos bendice, que ilumina nuestro rostro con su Rostro, que nos hace conocer los caminos que tenemos que seguir los hombres para experimentar y dar la paz y la salvación a todos, que hemos de contar con alegría que es Dios quien da la justicia verdadera y que hace posible que los pueblos vivan con rectitud y no haciéndose esclavos los hombres unos de otros. Ello nos manifiesta la urgencia de hacer que todos los hombres conozcan la alegría del Evangelio, que es el mismo Jesucristo. En conocerlo y acogerlo en nosotros está el presente y el futuro de la libertad de los hombres.
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