Saber llegar. Saber estar. Y saber marchar Reinar o gobernar
(Jesús de Rajalmendra).- Desde que el día 19 de marzo, Benedicto XVI (El Papa) anunciara su libre renuncia al Pontificado, todos los medios de comunicación modernos han escrito, hablado, televisado e internautizado la buena nueva. Y creo que en los próximos días tendremos para rato. Es mi reflexión, que Benedetto ha hecho el mayor milagro contemporáneo de la historia. MARCHARSE CON DIGNIDAD.
Está dando un gran ejemplo mundial con su postura, no solo a los cristianos, sino a todos los responsables de cualquier ámbito del mundo.
Debemos de hacernos a nosotros mismos y por individuo la siguiente pregunta. ¿Acaso no debería de marcharme yo?.
¿Que es mejor: Ser crístico o cristiano? Si cogemos la semántica, veremos que el ser cristico es el que sigue solamente las enseñanzas de Jesús de Nazaret. Pero si lo hacemos agrupación, entonces tenemos la terminación "año" y eso significa organización.
Acaso Jesús, necesita alguna organización? Si la única organización del buen cristiano es seguir el único mandato de Jesús. Amaros los unos a los otros y por eso os conocerán.
La Iglesia a través del tiempo y con tanta organización ha caído en el error de ser un Estado dentro del Estado. Y como tal, así vive con sus oropeles y aplausos y dignidades.
Pero esto, ha tenido su precio. En la vieja Europa, entras en una iglesia y solamente ves a gente que es la misma en todas las partes y saraos que se organizan. Y esa gente, la más joven tiene sesenta años.
Nos atacan con un arma muy poderosa y debemos de tenerlo en cuenta. Es un arma indestructible y que a veces me pregunto que los curas y el pueblo la han fabricado. Es el arma insustituible de LA INDIFERENCIA.
Con esta arma, las generaciones de jóvenes pasan de pertenecer a una organización, mezcla de verdad histórica y teológica acompañada de mucho olor a rancio por la comodidad o la erótica del mando de sus pastores.
Es hora de examinarse. Es hora de saber llegar. Saber estar. Y saber marchar a tiempo.
Es hora de que nos demos cuenta de una puñetera vez que los cargos son para reinar no para gobernar. Es hora de que tengamos una renovación de posturas caducas y que no dicen nada al hombre moderno. Más bien le escandalizan. Es hora de que los curas también sepan irse de sus parroquias en un tiempo prudencial para bien de ellos de sus feligreses.
Es hora de que los responsables de las parroquias no cojan el cargo para mandar. Es hora de que nuestros Obispos tampoco sean eternos. Y es hora de que no tengamos miedo a lo desconocido ni a los cambios.
Alos responsables tenemos que meternos en la cabeza que el cargo no es para mandar y sentirnos realizados. A los responsables tienen que saber que están puestos para reinar.
Y reinar es presidir y esto, con amor. No es gobernar. Que eso, nos gusta mucho en nuestra sangre latina.
A los abades y abadesas que a veces se olvidan de que su puesto es el de representar a Cristo en la comunidad y lo utilizan para el mando y no para reinar. A los políticos que gobiernan creyendo que el pueblo les ha dado un cheque en blanco. Y a mi mismo por la osadía de compartir esta reflexión.
No lo olvidéis: Saber llegar. Saber estar. Y saber marchar. Un abrazo en Cristo Jesús.
Jesús de Rajalmendra (Organista de San Juan el Real de Oviedo)