"¿Puede entonces un evento como este jubileo reactivar algo más que un calendario litúrgico?" Las campanas de Roma repican por los/as jóvenes

Jubileo de los jóvenes
Jubileo de los jóvenes

Un jubileo en tiempos de crisis: Roma acoge el Jubileo de los/as Jóvenes, una celebración inédita que busca renovar el rostro del cristianismo. ¿Puede un evento como este reavivar una fe que parece  apagarse en medio del ruido del mundo moderno?

"Lo que ha ocurrido en Roma no ha sido una respuesta definitiva, pero sí un signo. Un indicio de que todavía hay jóvenes —y no tan jóvenes— que creen que la fe puede ser otra cosa. Más humilde. Más real. Más viva. Una semilla que, con suerte, no quedará atrapada entre las zarzas o bajo las piedras"

Un jubileo en tiempos de crisis: Roma acoge el Jubileo de los/as Jóvenes, una celebración inédita que busca renovar el rostro del cristianismo. ¿Puede un evento como este reavivar una fe que parece  apagarse en medio del ruido del mundo moderno?

Una Iglesia que busca otra forma de presencia

Roma. No estuve allí. No caminé por la Via della Conciliazione ni pasé por la Puerta Santa. No recé en San Pedro ni compartí cantos con el millón de jóvenes que llegaron de distintos rincones del planeta para celebrar su propio jubileo. Pero vi las imágenes. Leí los testimonios. Escuché las palabras. Y sobre todo, percibí una pregunta que flotaba más allá del evento: ¿puede el cristianismo volver a decir algo nuevo, algo vivo, algo creíble?

El Jubileo de lo/as Jóvenes, celebrado a finales del pasado mes julio en el marco del Jubileo Ordinario 2025, convocado inicialmente por el fallecido papa Francisco y continuado por León XIV, ha sido algo más que una concentración musical o reunión eclesial: ha sido una apuesta.

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Una especie de laboratorio espiritual para una generación que, en su mayoría, vive lejos de las estructuras religiosas tradicionales. Con talleres de escucha, encuentros interreligiosos, caminatas simbólicas y vigilias abiertas, el encuentro buscó mostrar una Iglesia que no enseña desde el púlpito, sino que camina al lado.

"Proclamad libertad en la tierra"

En el fondo, todo jubileo remite a un eco bíblico ancestral. En el libro del Levítico se lee: «Santificad el año cincuenta y proclamad libertad en la tierra para todos sus habitantes» (Lv 25,10). Esa libertad, en el contexto actual, se traduce en nuevas formas de relación, en el reconocimiento de la diversidad, en el deseo de una fe que no excluya, sino que abrace. Que no imponga, sino que escuche.

Jubileo jóvenes
Jubileo jóvenes

Y en ese marco, aún sigue resonando la voz del papa León XIII —referente espiritual del actual León XIV—, quien a finales del siglo XIX advirtió: “La Iglesia no puede desentenderse de las necesidades del mundo moderno.” Fue él quien en la Rerum Novarum trazó las bases del compromiso social cristiano, que hoy sobrevive en tantas organizaciones religiosas y Comunidades Cristianas Populares. Pero, ¿es eso suficiente?

De la institución a la acogida

Las cifras son machaconamente conocidas: iglesias vacías, descenso de vocaciones, pérdida de relevancia pública. En muchos lugares, la Iglesia parece vivir más de su pasado que de su presente. ¿Puede entonces un evento como este jubileo reactivar algo más que un calendario litúrgico?

Jubileo de los jóvenes
Jubileo de los jóvenes

Francisco insistió en un cristianismo de “puertas abiertas”, más samaritano que doctrinal. Y sin embargo, la contradicción está a la vista: mientras se convoca a la juventud a una fe de acogida, ternura y cercanía, proliferan discursos cerrados, estructuras rígidas y exclusiones dentro de la propia institución. ¿Qué juicio puede levantar este jubileo en sectores críticos y colectivos excluidos como las mujeres, las LGTBI+ o las mismas  Comunidades Cristianas Populares? …. ¿Se puede hablar de misericordia y de júbilo sin hablar también de reforma y apertura?

¿Qué queda del cristianismo? ¿Y qué vendrá?

Desde fuera —como quien mira el imponente Monasterio de San Lorenzo de El Escorial desde el monte Abantos— uno se pregunta: ¿cuál será la presencia del cristianismo en los años que vienen?Es la pregunta que se está haciendo Redes Cristianas al celebrar su veinte aniversario ¿Sobrevivirá como fuerza cultural, se reducirá a acción social, o renacerá como comunidad abierta y plural?

Simone Weil escribió:”La fe es la experiencia de que la inteligencia es iluminada por el amor.” Quizá eso es lo que busca esta nueva generación que aún se asoma a la Iglesia: no respuestas cerradas, sino experiencias verdaderas, humanas, abiertas a la duda y al encuentro. En ese sentido, el cristianismo que podría surgir ya no se parecería tanto a una institución, sino a una red de vínculos, a  espacios de acogida, a un estilo de vida compasivo y lúcido.

No una nostalgia, sino una semilla

En los evangelios, María Magdalena busca a Jesús en la tumba y pregunta entre lágrimas: “¿Dónde lo han puesto?” (Jn 20,13). Tal vez esa pregunta siga vigente, solo que ahora se dirige al mundo y a la Iglesia a la vez. ¿Dónde hemos puesto a Dios? ¿En qué rincón lo hemos olvidado o domesticado?

León y los jóvenes
León y los jóvenes

Lo que ha ocurrido en Roma no ha sido una respuesta definitiva, pero un signo. Un indicio de que todavía hay jóvenes —y no tan jóvenes— que creen que la fe puede ser otra cosa. Más humilde. Más real. Más viva. Una semilla que, con suerte, no quedará atrapada entre las zarzas o bajo las piedras.

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