La generosidad se aprende

Así lo hace Juan de Vicente, profesor del IES Miguel Catalán de Coslada, un municipio de 90.000 habitantes ubicado en el corredor del Henares (Madrid). Juan es un enamorado de una iniciativa que facilita que el alumnado haga “prácticas” en diferentes materias evaluables a través de un breve periodo de voluntariado, por ejemplo, en un centro de atención a personas con Alzheimer. Tras haberlo cumplido tienen la oportunidad de devolver a sus compañeros en clases de Ciencias, por ejemplo, lo que han aprendido sobre el envejecimiento, la enfermedad, etc. Aprenden mucho, lo comparten con la clase y además se les introduce el “gusanillo” de la solidaridad. Sus experiencias se pueden leer en el blog (http://asmiguelcatalan.blogspot.com.es).
Roser Batle, pedagoga y profesional de la educación en valores, ha escrito el libro Aprendizaje servicio (ApS). Educación y compromiso cívico, una de las obras en las que mejor se cuenta este proyecto pedagógico tan necesario. Cuenta Batle que el ApS es un método muy útil “para unir aprendizaje con compromiso social, sin olvidar que el verdadero éxito de la educación consiste en formar buenos ciudadanos capaces de mejorar la sociedad y no sólo su currículum personal”. La autora destaca también sus cualidades pedagógicas al afirmar que “cuando se pone en práctica, además de hacer un servicio a la comunidad y ayudar a los otros, se convierte en uno de los métodos de aprendizaje más eficaces, porque los chicos y chicas encuentran sentido a lo que estudian cuando aplican sus conocimientos y habilidades en una práctica solidaria”.