De profesión, sus labores

ISABEL PAVÓN

El texto que aparece a continuación está tomado del libro “He aquí la esclava del señor”. (De cómo la mujer fue educada para el sacrificio y la sumisión). Autor: Luis Otero y quiero compartirlo con ustedes. Me parece interesantísimo.


DE PROFESIÓN, SUS LABORES
Diríase que fue hace un millón de años.

Pero duró hasta ayer mismo.

En el espacio reservado a la profesión de la mujer que se ocupaba de las faenas de la casa, ponía el carné de identidad: sus labores. Es decir, las labores propias de su sexo, como explícitamente constaba en otros documentos, oficiales o no. ¿De su sexo? Sí, de su sexo. Cocinar, sexo. Fregar, sexo. Lavar la camisa del marido, sexo. Planchar la camisa del marido, sexo. Coser un botón de la camisa del marido, sexo. Quitar una mancha de la camisa del marido, sexo. Paris, sexo. Llevar los niños al colegio, sexo. Barrer, sexo. ¡Qué vida sexual más rica! ¡Qué sexualidad más constante e intensiva la de las españolas de los tiempos de Franco! Una bacanal continua. Y, sin embargo, no, muy al revés, todo lo contrario. Aquellas españolas, ahítas de sexo, debieran, pues, gritar: ¡Viva la castidad, la abstinencia y hasta el celibato! Tanto sexo no hay cuerpo que lo aguante.

Puede leer aquí el artículo completo de esta escritora y miembro de una Iglesia evangélica en Málaga de fe protestante titulado De profesión, sus labores
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