En plena Pascua, hoy prefiero compartir una oración del hermano Roger, de la Comunidad de Taizé, un gran cristiano que tuvo el valor de crear una comunidad ecuménica cuando se hablaba mucho de ecumenismo y se hacía bien poco por conseguirlo. Un hombre de fe, una buena persona llena del Espíritu que nos dejó un gran legado de humildad y apertura al diferente.



Jesús de misericordia,

cuando te agobiaban los

sufrimientos,

no amenazabas a nadie,

sino que perdonabas.

Nosotros también queremos perdonar

permaneciendo sencillos de corazón.



Jesús, misterio de Dios encarnado,

a veces quedamos sorprendidos

al descubrir lo cerca

que tú te mantienes de nosotros.

Y nos dices a cada uno:

"Abandónate con toda sencillez en Dios,

tu poca fe basta".



Espíritu Santo, que llenas el universo,

tú pones al alcance de nuestra

fragilidad humana

estos valores del Evangelio:

la bondad del corazón,

el perdón, la compasión.



Es una oración sencilla, directa, de conversión en las actitudes que necesita nuestro mundo y nuestro particular entorno. Te invito a que repitas lentamente esta oración para que cale en nuestra alma y se convierta en hechos en el día a día. Los resultados no serán por nuestro esfuerzo, sino por el fruto del Espíritu que hace crecer el amor donde hay tan poco cosa nuestra.



Vivamos la Pascua de Resurrección en humildad orante que el Espíritu obra maravillas entre quienes nos rodean a través nuestro. Amén.