Cases: ´Soy mileurista, pero doy un 10% de mi sueldo a quienes sufren la crisis´

El principal responsable de la Iglesia católica en la provincia de Las Palmas, Francisco Cases, afirma que la crisis económica actual es producto de la codicia y del afán de máximo beneficio que han tenido las entidades financieras y los ciudadanos. Critica las ayudas que se dan a la banca y solicita el mismo trato para quienes están sufriendo los efectos del colapso económico.Lo entrevista Lourdes S. Villacastín en La Provincia.

- ¿No ha sido arriesgado pedir a los fieles el 10% del sueldo para los necesitados con la situación económica que hay?

- No, de arriesgado nada. Mis palabras no van dirigidas a quienes están sufriendo la crisis, sino en beneficio de los que están sufriéndola. Me dirijo a los que tienen estabilidad económica, a los que tienen un sueldo fijo, entre los que me incluyo. Somos los que debemos contribuir a los que están afectados por la crisis económica.

- Pero usted sabe que los sueldos no son muy altos.

- Por eso he incluido la frase "en esa proporción o en la que se pueda". No me quiero poner de ejemplo, pero sí hablar de lo que uno experimenta. Yo he dado siempre a Cáritas, a los pobres, a los casos que lo necesitan; porque a mí acude mucha gente. Sin embargo, además de eso, he empezado a hacerlo de manera sistemática. Desde enero separo un 10% de mi sueldo. Como yo, habrá mucha gente que pueda. Si una persona no puede, que no lo separe. Lo que propongo con el diezmo es que uno se acostumbre a hacerlo sistemáticamente. No por un arranque de generosidad que se vive en un momento, pero que se duerme al día siguiente. Se ha de entender como una manera de vivir. Que me canso dentro de tres años... ¡No te preocupes! Lo que has hecho, bien está.

- Se ha sumado a la iniciativa y supongo que su salario roza el de una familia media.

- En estos momentos soy mileurista.

- Convenza a una familia de que puede apartar un 10%, un 5%, lo que sea, sin desajustar su economía doméstica.

- No tengo que convencer. Hago una propuesta y las propuestas no tratan de convencer, sino que se proponen para que aquel que las considere oportunas las tome. Si no llega al 10%, que llegue al 3 o al uno, o que dé lo que quiera. La propuesta, primero, no es obligatoria, y segundo, no tiene por qué ser el 10%.

- ¿Qué contesta a los que opinan que la Iglesia tiene mucho Patrimonio para pedir?

- El Patrimonio que tiene la Iglesia no es vendible. La mejor manera de que ese Patrimonio pueda estar al servicio de la sociedad es mantenerlo en la Iglesia. ¿Yo puedo vender la Catedral? , ¿la pasamos a manos privadas? ¡Pues despídase de la Catedral! El Patrimonio que tiene la Iglesia no es para su disfrute, como si de una mansión se tratase, sino que se está ofreciendo a los ciudadanos. La mejor manera de mantenerlo al servicio de éstos es que quede en manos de la Iglesia. Porque en cuanto lo pudiesen comprar cuatro señores con millones, entonces lo perdería la gente.

- En su mensaje de Pascua afirma que la crisis tiene un origen moral. ¿Qué quiere decir?

- Pues que, a veces, tendemos a pensar que todas estas incidencias son el resultado de unas leyes económicas arcanas, que funcionan de una manera automática y que, de vez en cuando, producen estos efectos perversos. No. Aquí hay acciones humanas que no sólo han sido equivocadas, sino negativas para el beneficio de todos. Si tenemos todos el deseo de obtener el máximo beneficio, no nos damos cuenta que dejamos al margen a todos los que no pueden entrar en esa lucha. Como en el principio de la termodinámica, la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Pues, el dinero ni se crea ni se destruye, sólo cambia de bolsillo. Lo que muchos han perdido estará en el bolsillo de alguien. No estoy para condenar a este o aquel, pero sí para indicar que detrás de toda esta crisis hay muchas decisiones perversas para el funcionamiento de la sociedad. O sea, hay unos culpables.

- Criticaba en su discurso la ayuda que se está prestando al sistema financiero.

- Eso es lo que se está diciendo en todos los sitios y yo me sumo a ese comentario.

- ¿Es la banca responsable de la situación de crisis?

- Lo que yo digo es que, desde que empezó la crisis, hemos visto que se inyectaban seis, ocho, diez y catorce ceros a la derecha para que el sistema financiero funcione. El capital necesita mimo, tranquilidad, sosiego y cuidados. Pero eso mismo no se ofrece a los que sufren las consecuencias. Se inyectan billones en el sistema financiero y el mismo día sube la curva de desempleo. Esto nos lleva a pensar que esto tiene que ser así. Pues, no. Aquí hay alguien que se ha beneficiado y sigue beneficiándose. Las entidades financieras han recibido cantidades enormes que son de los ciudadanos, ¡que proceden de las arcas públicas¡, y estamos esperando a que se constate en los ciudadanos esos beneficios.

- ¿No ha sido también el ciudadano culpable del colapso al entrar en una rueda consumista?

- Todos. Las entidades financieras y los ciudadanos hemos cometido el mismo error por nuestro afán de beneficio, de codicia. Los ciudadanos nos hemos metido en préstamos por encima de nuestras posibilidades. No sólo para un bien raíz, por ejemplo, una casa, sino para un viaje, un bien consumista. En el deseo de beneficiarme ha influido también que los bancos me han vendido su oferta de dinero, de préstamos tan fácil, tan fácil, que hemos picado todos. El ciudadano se ha endeudado más de que lo que debe y los bancos, también. El sistema ha quedado colapsado, pero en la raíz de todo está el afán de codicia de todos. El afán de beneficio rápido y consumista.

- En relación al último viaje del Papa a África, ¿no cree que se equivocó Benedicto XVI al decir que el preservativo agrava el sida cuando se avala como el método anticonceptivo más eficaz?

- El Papa no habla del preservativo en ninguno de sus treinta sermones, sino del sida, como unos enfermos que deben ser cuidados. El Papa lo que dijo, a una pregunta de una periodista en una reunión informal, es que no se puede superar el problema del sida sólo con eslóganes publicitarios y distribuyendo preservativos. Él acentúa e insiste en que hay que tocar otros temas como la fidelidad de pareja, la no promiscuidad, las relaciones sexuales no prematuras. Para mucha gente la educación sexual de los jóvenes consiste simplemente en evitar el riesgo -el embarazo o el sida-. Y reducir la relación sexual a una situación de peligro es estar desenfocando esas relaciones y sumamente negativo. El amor está compuesto de muchos elementos -la relación sexual, la procreación, el amor y la estabilidad matrimonial- y ahora se han desintegrado. Las relaciones sexuales sólo se vinculan al placer y esto es degradar el amor.
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