Mendoza: «Para mí no hay vencedores ni vencidos; no tengo nada de qué alegrarme»

«No tengo nada de qué alegrame. Esta situación no tenía que haberse producido y me causa gran tristeza lo que ha pasado en estos dos años de preocupación. Me apena este tema y el gran sufrimiento que ha representado para mí, mi familia y el colectivo de la Universidad Católica. Para mí todo está olvidado y no le guardo ningún rencor a nadie», añadió.
«Mal asesorado»
A la pregunta de si el conflicto de la UCAM le había costado el puesto a Reig Pla al frente de la Diócesis de Cartagena, Mendoza dijo que no entraba «en valoraciones y juicios, y menos en torno al comportamiento del obispo. Creo que ha tenido un criterio equivocado y ha estado mal aconsejado sobre la titularidad de la Universidad. Monseñor Reig Pla ha hecho cosas muy positivas en todo lo relacionado con la familia y la vida. En cuanto a la UCAM, las dudas que podían existir han quedado aclaradas por segunda vez por la Santa Sede. No quiero entrar en juicios de valor ni soy quién para juzgar comportamientos, pero los hechos me dicen que ha estado mal asesorado».
¿Sucederá lo mismo con el nuevo obispo? Mendoza dice que siempre se ha llevado bien «con todos los obispos». «Sólo ha existido un deseo de mantener una relación buena y estrecha con el actual obispo y con los tres anteriores. Con Azagra, Ureña y Cañizares tuvimos diez años muy intensos en los que nunca se planteó la menor duda sobre la titularidad de la UCAM, salvo con don Juan Antonio, que ha interpretado otra cosa fruto, a mi juicio, de un mal asesoramiento».
Negó Mendoza que el nuncio Monteiro de Castro le vaya a apretar las clavijas a su Fundación. «La UCAM tiene una autonomía total en su programa académico. Sólo tiene que cumplir con las normas de la Aneca y del Ministerio. Aparte de la salvaguarda de la catolicidad, la Iglesia no puede entrar porque la UCAM no es propiedad de la Diócesis».