Papa preocupado por la pobreza y 'radicalización política' de Nicaragua
Tras saludar a los religiosos, encabezados por el arzobispo de Managua, Leopoldo José Brenes Solárzano, Benedicto XVI dijo que uno de los grandes retos a los que se enfrentan los obispos nicaragüenses es a la 'sólida formación' de los fieles, 'haciendo que el Evangelio quede profundamente grabado en sus mentes, vida y trabajo' y contribuyan a que los asuntos temporales se ordenen según la justicia'.
'Esto es particularmente importante en una situación en que a la pobreza y la emigración se suman acusadas desigualdades sociales y una radicalización política, especialmente en los últimos años', precisó el Papa.
El Pontífice expresó su satisfacción por el 'esfuerzo' de los prelados, 'respetando escrupulosamente la autonomía de la gestión pública', en crear 'un clima de diálogo y distensión, sin renunciar a defender los derechos fundamentales del hombre y denunciar las situaciones de injusticia'.
Benedicto XVI les animó a fomentar una concepción de la política 'que, más que ambición por el poder y el control, sea un servicio generoso y humilde al bien común'.
También les exhortó a promover iniciativas de caridad y solidaridad con los más necesitados, 'como hay en vuestras Iglesias, para que no falte ayuda a las familias en dificultad ni ese espíritu generoso de tantos laicos que, en ocasiones de forma anónima, se esfuerzan por conseguir el pan cotidiano para sus hermanos más pobres'.
El Papa se refirió asimismo a la religiosidad popular 'tan arraigada' en el país centroamericano, de la que dijo es una gran riqueza, pero que tiene que ser 'algo más que una simple tradición recibida pasivamente, revitalizándola continuamente'.
Otro de los asuntos tratados en el discurso fue el de la falta de sacerdotes y la ayuda que prestan los catequistas y los Delegados de la Palabra. A este respecto exigió que estas personas tengan una formación profunda y mantengan 'una intachable fidelidad a la doctrina de la Iglesia'.
Benedicto XVI insistió en la necesidad de un clero bien preparado espiritual, intelectual y humanamente, así como de los seminaristas.
El Pontífice destacó la presencia de la Iglesia en las instituciones educativas, en particular las escuelas católicas, a las que acude la mayor parte del alumnado nicaragüense, señalando que 'en medio de grandes dificultades y falta de la debida ayuda cumple un inestimable servicio a la sociedad'.
El Obispo de Roma reiteró el derecho de los padres a formar a sus hijos, según sus propias convicciones y creencias.