Sepultan en Italia al padre Ruggero Ruvoletto

El rito funerario, informó la CNBB, fue presidido por el obispo de Padua, Don Antonio Mattiazzo, a quien acompañaron los obispos de Brasil: Francesco Biasin, de la Diócesis de Pesqueira (PE); Bernardino Marchio, Caruaru (PE); Mariano Manzana, de Rio Grande do Norte (RN); Valério Breda de Penedo (PE); Genival Saraiva de Francia, Palmares (PE) y el padre Stefano Moino, en representación de la Arquidiócesis de Manaus.
"Como cualquier verdadero misionero, el Padre Ruvoletto se integró con la gente, compartió el sacrificio y el sufrimiento para ofrecer el bien más preciado: Jesús y su Evangelio", dijo el obispo de Padua, durante su homilía.
El sacerdote fue enterrado en la ciudad Galta di provincia Vigonovo de Venecia (Véneto), donde Ruvoletto nacido. El día 25, la Arquidiócesis de Manaus despidió al misionero italiano con dos misas del séptimo día, en la iglesia de San Antonio y la Catedral Metropolitana Nuestra Señora de la Concepción. Los líderes religiosos y miembros de la comunidad donde el sacerdote trabajó en el distrito de Santa Etelvina, zona norte, participaron emocionados de la misa celebrada en la Catedral por el arzobispo de Manaus, Dom Luiz Soares Vieira.
Monseñor Soares Vieira, en un artículo publicado en la CNBB, titulado "Así no", recordó que en los últimos meses, una serie de crímenes cometidos contra la religión o en contra de la iglesia en Manaos.
"Durante los últimos dos meses la Iglesia Católica de Manaus sintió en la piel la urgencia de asumir más seriamente el problema de la criminalidad. La forma en que se producen los actos de violencia contra personas e instituciones vinculadas a a la Iglesia, no da para seguir adelante", dijo.
Mencionó luego la lista de los hechos, recordando que "en primer lugar, robaron a punta de pistola en el convento de los Capuchinos, y en segundo lugar, asaltaron a punta de pistola la casa de las religiosas y los pacientes de edad avanzada Hermanas de Santa Teresita, en tercer lugar, el ataque armado contra una casa parroquial donde le robaron todo y asesinaron de forma vil y cruel al Padre Ruggero Ruvoletto".
El Padre Ruvoletto, de 52 años, fue ordenado sacerdote el 6 de junio de 1982 y trabajó en Manaus durante dos años.