Una asociación familiar apoya al obispo frente al «hostigamiento» de la UCAM

«La UCAM nunca habría sido posible con la imagen de Mendoza», ha señalado a este diario. Sostiene que la Asociación de Amigos de la UCAM fue la que intercedió ante la Administración regional para que la Universidad Católica fuera autorizada, porque Mendoza tenía las puertas cerradas. Apunta que la consejera de Educación en aquella época, Cristina Gutiérrez Cortines, y el secretario general de la consejería y posterior consejero, Fernando de la Cierva «le negaron a Mendoza hasta la saciedad la posibilidad de crear la Universidad Católica porque este señor era conocido en el entorno de la educación».
La situación tomó un giro cuando las personas que formaron aquella comisión de apoyo a la UCAM «se dieron cuenta de la influencia de José Luis Mendoza sobre el obispo Javier Azagra, dado que le había firmado por 50 años la cesión del monasterio de Los Jerónimos. También descubrimos que había escriturado el convento de San Antonio a su nombre. El colmo de los despropósitos fue la gestión de compra de la nave anexa a Los Jerónimos, propiedad de las monjas, que Mendoza también escrituró a su nombre. Eso fue descubierto por Santiago Fernández Ardanaz, que fue destituido como rector debido a las discrepancias que mantuvo con Mendoza, ya que Ardanaz defendió que debía estar a nombre de la universidad».
Sánchez Lapaz indica que solicitaron una audiencia a Antonio Cañizares, que fue en aquella época administrador apostólico de la Diócesis y que en la actualidad ha sido nombrado por el Papa Benedicto XVI nuevo prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. «Nosotros dimos la cara ante la sociedad murciana para sacar adelante este proyecto, por lo que tuvimos que actuar para informar de lo que estaba pasando a los responsables Administración regional y de la Diócesis de Cartagena. A Monseñor Cañizares le planteamos la alternativa de que el CEU se hiciera cargo de la UCAM. No fue posible porque José Luis Mendoza ya contaba con el suficiente poder económico e influencia para que monseñor Cañizares pudiera realizar alguna actuación. Si Cañizares hubiese actuado como el obispo actual no se habría llegado a esta situación. Cuando se fundó la UCAM, José Luis Mendoza tenía un coche viejo, y hoy pide 30 millones de indemnización».
Sánchez Lapaz reconoce que la idea de crear una universidad católica en Murcia fue de José Luis Mendoza, pero dice que ahora se siente defraudado y apoya la causa del obispo Juan Antonio Reig Pla. Por medio de la Asociación de Familias Numerosas de Murcia que preside ha solicitado una reunión al nuncio del Vaticano en España, Manuel Monteiro de Castro, para transmitirle su apoyo al obispo de Cartagena.
También piensa hacerle llegar al nuncio las firmas que está recogiendo en Murcia a favor de Reig Pla. Tomó la iniciativa a raiz de «la premeditada campaña emprendida contra el pastor de la Diócesis por parte de la dirección de la UCAM». Los firmantes solicitan al nuncio «su intervención para que cese el hostigamiento y rebeldía del influyente sector de la UCAM en contra de los intereses diocesanos defendidos por el obispo. Pedimos una inequívoca declaración de la jerarquía eclesiástica en defensa del Ordinario del lugar, que reponga su autoridad y concluya el lamentable espectáculo de la insurrección de la dirección de la UCAM frente al obispo».
Indica que las firmas están siendo recogidas en las parroquias y en algunos centros, entre ellos los hospitales Reina Sofía y La Arrixaca. Sánchez Lapaz concluye que le dio su respaldo al obispo Reig Pla a finales del año pasado, cuando se desató el conflicto por la titularidad de la UCAM. «Me dijo que no tenía apoyos. Su frase literal fue: 'me han hundido'. Se dio cuenta de que lo habían dejado solo en su lucha por defender los intereses de la Diócesis».