César frente a Dios

La de ayer fueron en realidad tres manifestaciones en una: la de quienes reclaman al Gobierno libertad para elegir la educación de sus hijos; la de quienes claman contra la muerte de un sistema único de educación y su sustitución por 17 sistemas distintos y no controlables por el Estado; y la de los obispos, que están sobre todo a defender la asignatura de Religión obligatoria y evaluable.Pero de estas tres derivadas, que convierten la imponente manifestación de ayer en una grave e importante oposición al proyecto del Gobierno, lo más agradecido para la batalla de la propaganda es el choque que se ha dibujado estos días entre la Iglesia y el Estado, entre el César y Dios. La Historia dice que en este tipo de choques suele ganar el segundo, es decir, Dios y sus representantes en la Tierra.

Escribe Victoria Prego en El Mundo que sin embargo y a pesar de lo visto ayer, el Gobierno no ha perdido la esperanza de que esta Ley de Educación tan protestada salga al final con un cierto grado de consenso. No con la oposición política, pero sí con la Iglesia:

El Gobierno sostiene que lleva no sé cuanto tiempo negociando con la Conferencia Episcopal. Por el contrario, los obispos aseguran que no han negociado nada. El Gobierno responde advirtiendo que tiene todos los documentos de la negociación y que si no saca a la luz ahora esos escritos es para no tensar la cuerda y porque está seguro de que, pasada la manifestación, las cosas volverán por sus fueros y se alcanzará un pacto.


Por lo visto, hubo un momento en que el Ejecutivo tenía redactado ya el texto del acuerdo. Y puntualiza Victoria Prego que la oferta a los obispos fue que hiceran con el Gobierno un documento conjunto, refeljando acuerdos y desacuerdos, y en el que se dejara claro que se seguiría hbalando. Los obispos dijeron que no y en Moncloa se atribuye al temor d elos mitrados a que eso tuviera como efecto que se desconvocara la manifestación.

Victoria Prego cita "fuentes de Moncloa" a las que no cita, pero a lñas que atribuye lo siguiente:
De las 15 cuestiones que los obispos nos plantearon les dijimos que sí a 13 de ellas y sólo a dos les dijimos que no. Es decir, que no hay casi diferencia entre sus posiciones y las nuestras.


Afirma Prego en su artículo que una de esas dos negativas tiene que ver que la pretensión eclesial de que la Religión sea asignatura obligatoria y evaluable:
Y por ahí el Gobierno no ha pasado. Monseñor Cañizares sabe ya con total claridad que los representantes del Gobierno no van a aceptar que ese sueño que él tiene se haga realidad. El Gobierno, dice, va todo lo lejos que puede al decidir que la Religión se imparta en todos los centros para quien quiera estudiarla. Pero con este proyecto de ley no formará parte de las calificaciones escolares. La negociación, de todos modos, va a continuar después de la espectacular manifestación de ayer, que ha sido una demostración de fuerza en toda regla por parte de quienes se oponen a ella.

Ahora, el Ejecutivo parece estar dolido con la actitud de los obispos, e insiste en recordar que «el sistema de los colegios concertados fue un invento de los socialistas» y que «nadie puede pensar que nos vamos a cargar la educación religiosa, ¡precisamente ahora que se va a aumentar en los Presupuestos la dotación a la escuela concertada!».

En definitiva, y por lo que a los obispos se refiere, los responsables gubernamentales piensan que las cosas deberán volver a su cauce.Y eso que, en previsión y como respuesta a la multitudinaria protesta de ayer, las enmiendas que ya estaban pactadas con los obispos han sido retiradas del proyecto de ley en espera de reanudar las negociaciones. Así que se volverá a empezar, pero partiendo de cero, o quizá de un poco menos que cero.
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