Cristiano respetuoso con los ateos y distante de los obispos
 
        
    Este ciudadano dice a los obispos: "Mirad, yo soy cristiano y a mi no me parece que poner en duda la existencia de Dios sea una blasfemia -es algo absolutamente humano dudar y debatir sobre ello públicamente- ni que unos anuncios de ese tipo lesionen el ejercicio libre de la religión".
El ciudadano añade: "Lo que debería preocuparos es que estos fenómenos sociales tengan lugar precisamente como reacción a unas posiciones vuestras que con demasiada frecuencia resultan claramente antievangélicas (…) ¿Cuándo vais a dejar de dar consejos a las autoridades del estado y cuándo vais a aceptar la pluralidad y la laicidad de nuestra sociedad? No os empeñéis en ser una autoridad que compite con la autoridad civil. Tratad más bien de seguir los pasos de Jesús y de ser sus testigos. Entonces, aunque no se produzcan coincidencias con los contenidos de la fe cristiana, brotará el respeto y la convivencia social será más cálida y más humana. Estaremos más cerca del Reino". Y firma "desde la enorme distancia que nos separa, un saludo esperanzado".
De acuerdo. Sólo hay que dejar constancia de que la nota comentada no emana del pleno de la Conferencia Episcopal, ni de su permanente, ni del ejecutivo, ni de su comisión de medios de comunicación, ni de ninguna otra comisión. La autora de esta nota es la oficina de información que depende de la secretaría general. El secretario general es Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid y hombre de confianza del cardenal Antonio Maria Rouco. Así funciona esta Conferencia Episcopal…
También cabe recordar que el cardenal Lluís Martínez Sistach y el abad Josep M. Soler ya habían facilitado anteriormente sendos comunicados en que expusieron la humanidad y trascendencia de la fe cristiana. Y ambos lo hicieron de forma respetuosa con los ateos y sin hablar de blasfemia.
Oriol Domingo (La Vanguardia)
