Grados de pecado y excomunión

Como católico, termino la semana con una zozobra: si los asesinos que ayer mataron al policía Puelles acuden a una iglesia, confiesan su crimen a un sacerdote bajo secreto de confesión y el sacerdote los absuelve, Dios Nuestro Señor, en su infinita bondad, les perdona y los vuelve a acoger en su seno. Así ha sido a lo largo de la historia, y grandes criminales han podido encontrar el camino de la salvación eterna. Dios, para perdonar, solo pide arrepentimiento. En cambio, si el mismo terrorista es una mujer que cualquier día decide abortar, no hay confesión que valga. Según la Conferencia Episcopal Española, esa mujer y los médicos que hayan interrumpido el embarazo serán automáticamente excomulgados. Aquí, la gracia de Dios cae sobre los seres humanos con diferentes grados de indulgencia.

Fernando Onega (La Voz de Galicia).
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