Si Iglesia somos todos...luz y taquígrafos para el Pueblo de Dios

"Iglesia somos todos". Es el comodín que se utiliza a diestro y a siniestro. Pero sólo cuando conviene y por quien le conviene. La realidad demuestra, después, con su tozudez habitual que la pirámide sigue fundionando. Y que la jerarquía sigue considerando a los fieles como menores de edad en la Iglesia. Incapaces de conocer y, por supuesto, de entender las razones de la alta política eclesiástica. Por ejemplo, las auténticas razones del traslado del obispo Reig de Murcia a Alcalá.

¿Por qué no se explican claramente las razones de un cambio cuando menos sorprendente? Eso sí, siempre salvando el honor y la buena fama pública de las personas.

De lo contrario, el pueblo de Dios que peregrina en Murcia y en España tiene que contentarse con versiones parciales y, a menudo interesadas, de los hechos, de sus causas y de sus consecuencias. Para que podamos juzgar con conocimiento de causa. O callar por el mayor bien de la Iglesia.

Además, en la era de Internet, el presunto secretismo oficial no sirve de nada. En la Red todo circula libremente. Y nadie (ni los obispos españoles) pueden poner puertas al ciberespecio. Ni a la necesidad de los fieles de estar informados sobre los asuntos de su Iglesia. Porque, "Iglesia somos todos". Y ya va siendo hora de que se cumpla el aforismo. Y de que algunos se dejen de los juegos de poder.

José Manuel Vidal
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