Fue, a mi juicio, el chivo expiatorio de la reciente visita del cardenal Bertone a Madrid, como ya explicamos. Al
cardenal Cañizares le quisieron hacer jugar un papel frente a Rouco que no le corresponde. Por ahora. Dolido, más por la escenificación pública de los juegos de poder dentro de la Iglesia que por su propia imagen, el todavía administrador apostólico de Toledo aprovechó la homilía del pasado domingo para lanzar un mensaje. Esto es lo que dijo, entre otras cosas: "Constituye para todos una luz grande para enderezar nuestros pasos, los de todos, en el momento presente y en los años venideros".
Juguemos a la sinterpretaciones. ¿Aviso a navegantes? ¿Cuando Cañizares dice quie el discurso del cardenal Tarcisio Bertone en su visita a España "constituye para todos una luz grande para enderezar nuestros pasos,
los de todos, en el momento presente y en los años venideros", se está refiriendo no sólo a la sociedad de un modo genérico, sino también a la propia Iglesia española? ¿O es rizar demasiado el rizo esta lectura entre líneas? El tiempo lo dirá. Roma hablará. Con gestos, como hace siempre. Con el gran gesto del nombramiento del sucesor de Cañizares en Toledo. El nombre del designado dará o quitará razones.
José Manuel Vidal