Federico Jiménez Losantos no ha podido más y hoy, tempranito y sin hacer demasiado ruido, ha puesto medio firme al obispos de San Sebastián, es decir a
Juan María Uriarte. Ha dicho el obispo que "las víctimas no deben determinar la política en el proceso de paz". Y claro. Una cosa es una cosa y la otra tragarse un sapo de tonelada y media con el descafeinado. Una vez, al punto de la mañana y sin gritar, pero queda dicho.Faltaría más.
Era la primera hora de las arengas federiquianas cuando, después de despedazar a Gallardón, al “diario inane” ABC y a su director,
José Antonio Zarzalejos, que “de qué vendrá José Antonio, ¿eh?, José Antonio”, ha recalado por Guipúzcoa para tirar de las orejas al obispo de San Sebastián.
“¿Qué no son las víctimas las que deben determinar la política en el proceso de paz? Entonces, ¿quién? ¿Los políticos? Uriarte, esa no es la doctrina de Rouco ni de Cañizares."
Lo dicho, poquito, pero contundente.
Blázquez es amigo de Uriarte, y Blázquez manda en el cotarro episcopal, o sea, en La COPE. De momento la emisora sigue su línea, incluso recrudecida, pero ya veremos a ver. Porque, como en petit comité decía Luis Herrero tras la caída de Rouco, “bien a Federico no le viene Blázquez”. Pero peor les viene él a ellos. Ahora no pueden ni con él ni contra él. Federico es el Federico ‘De la noche a la mañana’.
Juan Cruz Osta