El Papa da bien en televisión

Me supieron a poco las preguntas y, sobre todo, las respuestas del Papa en una entrevista previamente grabada en la televisión pública italiana (RAI) y emitida hoy por la 1 de TVE. Benedicto XVI demostró ua vez más que tiene el don de la palabra. Hablada y escrita. Sin papeles delante, fue respondiendo a todas las preguntas. Con humildad y sinceridad. Reconociendo incluso no tener respuesta para alguna de las cuestiones, como la del mal inocente. La valentía de la duda. Como un sabio y anciano profesor. Con su timidez habitual, que lo hace más frágil de lo que es y lo acerca a la gente. Sin desafiar a la cámara. Con empatía, mesura y autenticidad. Hablando desde el corazón. Incluso con bellas imágenes, como la la de la guitarra con las cuerdas rotas, para referise al alma del chico en coma, que "no puede sonar, pero sigue presente".

Una excelente e histórica iniciativa. No era la primera vez que el Papa se prestaba a respoder a las preguntas de los fieles. Pero sí la primera que contestaba a través de la televisión. Para llegar a todos los rincones del mundo. Benedicto XVI demuestra, una vez más, que conoce y respeta el valor de los medios modernos de comunicación. Y los utiliza para evangelizar, bajando del pedestal jerárquico. Y poniéndose al nivel de la gente sencilla.

No me gustó el montaje que hizo la RAI. Me sobraron los comentarios entre cada pregunta. La entrevista al Papa tenía entidad en si misma, para salir en antena sin más aditivos. Algunos, incluso, molestos. Como la torpe traducción de las preguntas y de las intervenciones de los comentaristas. Un poco mejor, la voz y la traducción del traductor de las respuestas del Papa.

Es lógico que la RAI utilizase la figura del Papa para "estirar" el programa y aprovecharlo en beneficio propio. Sobre todo, si la idea fue del programa de la televisión italiana.

En cualquier caso, el Vaticano estaba en posición de exigir un tratamiento exclusivo a una entrevista histórica y exclusiva del Papa. No alcanzo a entender por qué no lo hizo.

En cualquier caso, una feliz iniciativa, que podría repetirse. Pero la próxima vez sin red. El Papa no la necesita. Puede repentizar sus respuestas. Por algo ha sido y sigue siendo un Papa profesor. Sólo habría que filtrar las preguntas, que podrían proceder de diversas partes del mundo.

El Papa en televisión llega a todo el mundo, incluidos los más pobres y los menos cultos. Llega mucho más y a muchísima mas gente que con su libro, por ejemplo, que sólo está al alcance de los que pueden comprarlo y leerlo. La televisión es un excelente púlpito planetario para un Papa sabio que quiere llegar a la gente con naturalidad. ¡Enhorabuena, Santidad! Y que cunda el ejemplo...también entre los jerarcas españoles.

José Manuel Vidal
Volver arriba