La situación es grave.A causa de las amenazas de muerte tras sus declaraciones sobre Mahoma, el Papa,
Benedicto XVI, ha decidido dejar la vida pública hasta que las cosas se tranquilicen. Para eso, ha tenido que cambiar su vestuario y, de momento, irse a un lugar desconocido para no ser reconocido. No se lo digáis a nadie...