Rouco consagrará a su sobrino...para que se vea

Sensación de indignación e impotencia recorren diversos ámbitos eclesiásticos tras el nombramiento como obispo de Lugo del sobrínísimo Alfonso Carrasco Rouco. Sin digerir el batacazo, anuncian otro. El tío consagrará al sobrino. Como está mandado. Con todo el báculo. Para mayor escarnio de la prudencia pastoral. Para mayor befa de la imagen pública de la Iglesia. Y para machacar a los que se han atrevido a criticar la decisión del cardenal de Madrid.

Así reza la nota de prensa: "El obispo electo de Lugo, Alfonso Carrasco Rouco, será consagrado obispo el próximo 9 de febrero, en la Iglesia Catedral de Lugo, durante una ceremonia que presidirá el arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco, según informó hoy, martes 4 de diciembre, el Obispado de Lugo.

En la ceremonia estarán presentes entre otras autoridades eclesiásticas, el nuncio de Su Santidad en España, monseñor Manuel Monteiro de Castro; el administrador apostólico de Lugo y obispo de la diócesis hasta el pasado 30 de noviembre, monseñor José Higinio Gómez, O.F.M.; y el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio".

Tio y sobrino en la catedral de Lugo. Con toda Villalba a sus pies. Y el Nuncio y el arzobispo de Santiago, de figurantes de lujo. La saga continúa. Los "Roucoborgia" al poder.

"Esto es más que nepotismo. Es desfachatez pura y dura. Rouco actúa com un virrey y ya no tiene miedo ni a los medios de comunicación. Sus críticas duran unos días y después se olvidan. Eso sí, lo qu eno tiene en cuenta es el poso que esas críticas van dejando en la ya frágil imagen pública de la Iglesia española", explica, dolido, un obispo. Que, por supuesto, no se atreve a dar el nombre.

¿Y no se les caerá la cara de vergüenza? ¿Y nadie se atreverá a afearles la conducta? ¿Quién les pedirá cuentas?
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