"Señor embajador, no utilice la razón de Estado para silenciar a la Cope"

Lo que más me confunde, señor Embajador, es que usted, que teóricamente representa a España, y no sólo al partido que le ha enviado allí, utilice la clásica razón de Estado para acallar una de las únicas voces libres que existen en este país, la COPE. ¿Qué ocurriría si el Nuncio en España dijera lo que usted dice de una hipotética Radio Nacional, emisora propiedad del Estado? Dirá que no es lo mismo, que en ninguna Radio Nacional se dice lo que se oye en la COPE, claro, ¿qué es más letal, el veneno o el garrotazo? Se armaría el cisco diplomático; sería llamado el Nuncio a consultas y se le entregaría una carta solicitando explicaciones.

La mayoría de los obispos y de los cristianos, por aquí, creen de verdad en la libertad y prefieren la verdad a la mentira, la libertad real al engaño. Los que no son mayoría, son matices de otro costal. No me malinterprete, no justifico lo injustificable. El fin nunca justifica los miedos, afirmación, por cierto, que no sé si le ha quitado más de un minuto de su precioso tiempo. Siento recordarle que usted es Embajador de todos los españoles, no de los de su partido, y, por tanto, rotos ya los criterios de discreción y mesura diplomática, por favor, no utilice la razón de Estado para coartar la libertad, tenga ésta un volumen más alto o más bajo.

Perdone que le recuerde una época que usted conoce, por edad, mejor que yo. Cuando la Iglesia era el paraguas de libertad de los comunistas y los socialistas, ¿por qué no protestaban ustedes? Entonces se utilizó a la Iglesia y se manipuló su mensaje a favor de una ideología. Entonces, ustedes, ya quisieron cambiar la sociedad, y la Iglesia. Tan paraguas de libertad fue la Iglesia de los años sesenta y setenta como lo es ahora. No lo dude. Mas ahora la pelota está en otro tejado.

José Francisco Serrano Oceja, CEU-San Pablo (Analsisidigital)
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