El auxilio del auxiliar

Eso sí, el Código recomienda que el diocesano -Osoro, en este caso- consulte al auxiliar los asuntos importantes «antes que a otros». En todo caso, un obispo auxiliar puede venir nombrado de Roma con facultades especiales, pero ésta no es la circunstancia de Berzosa.
En este marco canónico un auxiliar puede perderse, o perder el tiempo, más de lo necesario, aunque es sabido que a Berzosa no le faltan ocupaciones como la de producir libros sin tregua (esta misma semana se ofrecían hasta tres suyos sobre Atapuerca en la librería diocesana).
Con todo, causa extrañeza algún dato reciente sobre las dispares trayectorias de Osoro y de su auxiliar. Por ejemplo, existe una vacante eclesiástica en el Patronato de Covadonga, reunido esta misma semana, que le hubiera venido de perlas a Berzosa para conocer los intríngulis del real sitio. Por ejemplo, el área social del Arzobispado lleva meses dejada de la mano de Dios y el auxiliar no encajaría nada mal en ella. Por ejemplo, las cuestiones universitarias y culturales andan flojas, y Berzosa, nuevamente, sería un buen aporte. Que luego no se diga que el auxiliar, como algún predecesor suyo, acaba pidiendo auxilio.Javier Morán (La Nueva España).