Las escopetas del obispo de Jerez

En Osuna se cuenta un sucedido de Mazuelos que es todo un retrato moral del nuevo obispo. Días antes de irse caminito de Jerez, este gran aficionado a la cacería se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Osuna para entregar sus dos escopetas y su licencia de armas. Era el «deja todo lo que tienes y sígueme» de Cristo, pero en versión de cacería.

Le preguntó un amigo extrañado por qué colgaba el zurrón, y le contestó: «Hombre, si te parece voy a llegar a Jerez de obispo con mis dos escopetas, para que se enteren los señoritos de mi afición y me estén todos los días invitando a pegar tiros en sus fincas, y yo allí, como un obispo del XIX, con el anillo episcopal, la escopeta, la copa de fino y hartándome de jamón...»

No se lo digan a nadie, pero la verdadera consagración episcopal de Pepe Mazuelos fue en el cuartel de la Guardia Civil de su Osuna, cuando entregó sus escopetas y su licencia de armas. Que cambió por el báculo que le regalaron los feligreses de La Victoria de Osuna. Báculo que por cierto no es nada Magefesa, y yo sé lo que me digo.

Antonio Burgos (Abc)
Volver arriba