En la campaña de la renta del 2003, un 34,3% de los declarantes de la Hacienda española cedieron un 0,52% de la cuota íntegra al sostenimiento de la Iglesia católica, un 1% más que un año antes, aunque lejos del 39,1% del 2001.

Giménez Barriocanal atribuye en El Periódico la caída de 6 puntos registrada en el 2002 a "las campañas sobre las irregularidades en las Obras Misioneras Pontificias, los abusos a monjas en África, los curas pedófilos en EEUU y Gescartera". El vicesecretario de Asuntos Económicos cree que, "además de ser estafada, con el caso Gescartera la Iglesia fue vilipendiada sin compasión".