DOMINGO SEGUNDO DE NAVIDAD. CICLO C. Jn. 1, 1-18 El Santísimo Nombre de Jesús  2 de enero 2022

            1.- En este domingo vamos a estar reviviendo la gran fiesta pasada de Navidad. Contemplar un rato el nacimiento. Ser conscientes de que Jesús es Dios y ha nacido para nosotros. Conviene leer entero el Evangelio, despacio. Es impresionante.

             2.- En el principio existía ya el Verbo, es decir el Hijo de Dios que es Dios mismo. Es la segunda persona de la Santísima Trinidad. Todo fue hecho por Él. En Él estaba ya el origen de la vida. Él era la luz. Y la luz brilló en las tinieblas, pero las tinieblas no la recibieron. ¿Qué nos quiere decir todo esto? Que el recién nacido, Jesús, es Dios mismo en su segunda persona. Es el Creador de todo. Es el origen de toda la vida. Es la luz que ilumina al mundo en tinieblas, pero el mundo no ha querido recibir esta luz. Y así el mundo se aparta de la luz de Dios, de todo lo trascendente. A pesar de todo, el Hijo de Dios se ha hecho hombre y habita entre nosotros, pero sigue siendo como un desconocido para la gran mayoría.

             3.- Consecuencia. Esforzarnos por creer más y mejor. Pedirle a este mismo Jesús aumento de fe y de amor a Él para contribuir a que su luz brille más en el mundo. Jesús ha nacido, pero no para el folclore que armamos todos los años, sino para ser nuestra luz, nuestra esperanza y amor. Señor, le decimos, te agradecemos tu venida. Ayúdanos a ser consecuentes con nuestra fe para que llevemos tu Luz a todas las partes. Que esta decisión nos domine en este año que comienza.

José María Lorenzo Amelibia  

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