Algunas personas se pasan: dan excesiva libertad; otros, jamás reprimen a los niños; bastantes padres, según su estado de ánimo, prescriben o consienten. Es claro que no se puede permitir al niño todo lo que se le antoja. Pero hay que huir del polo opuesto: la dominación. Consiste la dominación en una restricción excesiva, amenazas, castigos continuos, trato violento para domeñar al niño, cuando se niega a obedecer.
El reproche continuo a una persona le crea complejos de culpabilidad. No seáis amigos de exponer ante los hijos los disgustos y preocupaciones que ellos mismos os causan. Tampoco habéis de solucionar todos los problemas del niño. Dejadlo que trabaje, luche, se esfuerce. Intervenid tan solo en caso de necesidad. Y mucho cuidado con los halagos y mimos excesivos; pueden privarle de su legítima independencia.
Muchos desvíos graves en las tendencias de personas mayores provienen de una educación deficiente de la libertad. Concretamos: la sumisión excesiva por parte de los hijos causa caracteres indecisos, tímidos, dependientes de otras personas. Por el contrario, la excesiva permisividad puede formar hombres rebeldes y caprichosos.
SUGERENCIAS PRÁCTICAS
La restricción de la libertad del niño ha de ser por causa seria, no el capricho de los padres. Así pues, que los principios para prohibir algo se funden en criterios religiosos, morales o normas sociales de convivencia o en el riesgo de muerte o enfermedad grave. En cambio, por un peligro corriente de un golpe o caída no conviene prohibirles sino únicamente advertirles. Fuera de estos casos, vayamos paulatinamente dándoles el máximo de libertad: en sus gustos, aspiraciones, inclinaciones naturales, elección de estado, carrera, amistades. En los principios habéis de ser firmes; en el modo de exigirlos, suaves, no violentos; la violencia mata la confianza. Razonar siempre, en diálogo sereno todo lo que se manda o aconseja. Que se vean las motivaciones del obrar. Orientadles de tal manera que por sí mismos consigan la pista y lleguen a la solución.
José María Lorenzo Amelibia
José María Lorenzo Amelibia
Si quieres escribirme hazlo a: jmla@jet.es
Puedes solicitar mi amistad en Facebook pidiendo mi nombre Josemari Lorenzo Amelibia
Ver página web: http://web.jet.es/mistica