1.- "Este es mi Hijo muy amado en quien tengo puestas mis complacencias"; es tu voz, Padre Eterno, tu voz en el mismo bautismo de Jesús.
2.- Te complaces en el Hijo, porque es tu misma esencia divina.
3.- Poco entiendo del misterio, pero me subyuga; me gustaría estar contemplando durante todo el tiempo y sin cansancio este sublime misterio trinitario.
4.- Cuando me llames, Señor, tengo total esperanza de que estaré por siempre contigo en esta contemplación. .- Ahora deseo entrar en esta intimidad divina.
5.- Complacerme contigo, Padre Celestial, en el Hijo.
6.- Concédeme, Virgen María, la gracia de vivir inmerso en la Santísima Trinidad, ser hijo en el Hijo; estar hoy unido al amor de Dios.
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