1.- Contemplar a Jesús cuando llama a Mateo: “Sígueme”. Me llamaste también en mi juventud, te he seguido con pereza, pero mantengo mi propósito. Gracias por conservar mi vocación.
2.- Tú querías misericordia y no sacrificios y no has venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. Haz que siempre me adhiera a tus mandados y no permitas que jamás me separe de Ti.
3.- También nos dijiste, “Sed misericordiosos y alcanzaréis misericordia. Dadme esta generosidad de tu misericordia y de estar siempre junto a tu corazón.
4.- Mi alma se conmueve ante tu delicadeza y amor. ¡Cuántos años me sigues conservando tu amor y nunca lo aflojas!
5.- Dadme que nunca me separe de Ti, dadme el don de la perseverancia final.
Te recomiendo mi página web http://personales.jet.es/mistica
Más de mil artículos del autor sobre enfermos y debilidad en http://opina2000.com