Obispos. ¿Buenos funcionarios? Eso, no


Señor Obispo, no se contente con tener un grupo de buenos funcionarios; pida, suplique, haga cuanto esté de su parte para que sus sacerdotes sean santos. Perdone, si le es posible, esta machaconería; pero sepa que le respeto y venero y me uno a su oración. Láncese, Señor Obispo a esta tarea urgentísima y prioritaria.

Y siempre con mucha humildad; sin creerse por encima de nadie, aun considerando su función de gobierno que es de servicio sencillo; no de ordeno y mando dando baculazos. Que algunos obispos los dan aunque hoy con guante blanco y sonrisa.  
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