1.- Rendido a vuestros pies, Jesús mío, considerando las innumerables pruebas de amor que me habéis dado y las sublimes lecciones que me enseña de continuo vuestro adorable corazón, os pido humildemente la gracia de conoceros, amaros y serviros como fiel discípulo vuestro para hacerme digno de las mercedes y bendiciones que generoso concedéis a los que de veras os conocen, aman y sirven.
2.- Mirad, que soy muy pobre, dulcísimo Jesús, y necesito de Vos como el pobre de la limosna que el rico le ha de dad. Mirad que soy muy rudo, oh soberano Maestro, y necesito de vuestras divinas enseñanzas para luz y guía de mi ignorancia.
3.- Mirad, que soy muy débil, poderoso amparo de los flacos, y caigo a cada paso, y necesito apoyarme en Vos para no desfallecer.
4.- Sedlo todo para mí, Sagrado Corazón, socorro de mi miseria, lumbre de mis ojos, báculo de mis pasos, remedio de mis males, auxilio en toda necesidad.
5.- De Vos lo espera todo mi pobre corazón. Vos lo alentasteis y convidasteis cuando con tan tiernos afectos dijisteis repetidas veces en vuestro Evangelio: venid a mí, aprended de mí; pedid, llamad.
6.- A las puertas de vuestro corazón vengo pues hoy, y llamo, y pido y espero. Del mío os hago, oh Señor, firme, formal y decidida entrega.
7.- Tomadlo Vos y dadme en cambio lo que sabéis me ha de hacer bueno en la Tierra y dichoso en la Eternidad, amén.
Te recomiendo mi página web http://personales.jet.es/mistica