¿Es nuestro mundo como una “feria” de valores?

3ª ¿QUÉ VALORES DAN SENTIDO A LA VIDA?

Es un hecho palpable: cada ser humano tiene personas, cosas, tareas o relaciones que significan mucho en su vida y que dan sentido a su existencia. Con un vocablo con otros, abordamos el tema de los valores, vivencia universal, objeto de la axiología, fundamento de las leyes y la razón última o inmediata de las respuestas humanas. Planteamos el tercer gran interrogante con el primero de la serie “axiológica”: ¿es nuestro mundo como una “feria de valores”? En la respuesta ofreceremos el arco iris de aspectos más significativos para el hombre de hoy. El hombre de hoy “visita” los diferentes stands de la gran ferial global y elige los valores que dan sentido a su vida.


Sí, nuestro mundo es como una “feria” de valores

La historia aparece como la lucha por la conquista o la defensa de unos determinados valores de poder, honor o riquezas. ¿Qué obra artística, literaria, arquitectónica o pictórica, no expresa lo mucho que el autor quiso como lo más grande, lo mejor de la historia? En definitiva, la filosofía expone lo que para un determinado pensador o escuela filosófica son valores que dan sentido a los hombres. Si asistimos a una película, leemos una novela, vemos determinado programa en la televisión, dirigimos el ordenador a una determinada página wed, en el fondo lo que nos mueve es un interés que esconde un valor muy concreto. Sí, el mundo con su historia y cultura viene a ser como un gran mercado donde se exponen, venden y compran cuanto interesa a cada persona. El mundo del pasado y mucho más el actual da la impresión de ser una “feria” de valores.

Por la importancia que tiene el tema, este capítulo estará dedicado a los valores que tienen un sentido positivo para las personas en general o bien para los creyentes, cristianos o católicos.

Los valores para toda persona
Resulta difícil concretar los valores porque lo que a uno apasiona a otro le deja indiferente; lo que una persona defiende como lo máximo para su vida y el bien del mundo, otras personas lo rechazan de plano. Para muchos seres humanos, determinadas ideologías o tareas merecen el calificativo de absolutas pero otro grupo social las relativiza. Sin embargo sí podemos anotar unos cuantos valores generales que son muy apreciados para el ser y el vivir humano. Por ejemplo:

-la dignidad de la personas que los otros deben respetar;
-los derechos que todo ser humano tiene a una vida digna de tal nombre;
-la salud física y psíquica, tanto la personal como la de la familia, como una condición para la realización personal
-la responsabilidad como respeto a los derechos ajenos;
-la solidaridad entre todos, especialmente de los que más pueden con los que menos poseen;
-la felicidad para sí y para los suyos como realización de las aspiraciones;
-el amor de quien ama, es amado y logra tener amigos;
-la familia: el bienestar, la salud y seguridad de los hijos, hermanos, padres, abuelos y otros seres queridos;
-la patria a quien se ama y de la que uno se siente orgulloso, bien sea la patria chica o la grande nacional, y sin excluir a ninguna ajena;
-el trabajo seguro y bien remunerado que permita el sustento de la familia;
-los proyectos y esperanzas que generan ilusión y ganas de vivir;
-la humanización del mundo por la presencia de la verdad, justicia, libertad, paz, fraternidad entre personas, clases sociales, naciones y continentes;
-la ayuda a los pobres, enfermos y a cuantas personas reclaman el remedio de una necesidad.

Valores para los creyentes
Además de aceptar los valores generales, los creyentes de cada religión tienen los suyos propios: existen unos cuantos que pueden ser compartidos por todos. Por ejemplo:

-el Dios personal como Absoluto digno de ser respetado y amado, y de quien se espera su ayuda;
-el libro revelado como lo es la Biblia, Palabra de Dios contenida en el Antiguo y en el Nuevo testamento;
-la religión como estructura porque facilita las creencias, el culto y las normas de conducta;
-las creencias religiosas fruto del impulso religioso y de revelaciones, puente que une con lo Trascendente y cuya formulación es diferente según la religión profesada;
-los ritos religiosos: el culto y sobre todo la relación de amistad con Dios y que es una fuente de fortaleza;
-los preceptos, expresión de la “mística religiosa”, camino para la salvación y normativa para la vida, que caracterizan a una determinada religión;
-la comunidad religiosa, la grande universal y la pequeña local pero siempre lugar-ámbito donde se comparten ritos, experiencias y compromisos;
-la expansión y defensa de la religión: el deseo y la colaboración para que personas extrañan la abracen y para que nadie falte a sus derechos.
-la salvación personal y comunitaria, como paso de esta vida al más allá de la muerte con el encuentro feliz y definitivo con Dios.

Para los cristianos todos.
Los bautizados y seguidores de Jesús en cualquiera de las confesiones cristianas, abrazan los valores de toda persona y de todo creyente. Pero tienen, además, valores propios tales como.
-el Nuevo testamento que ilumina, guía, consuela y fortalece para la personalización de los individuos y la humanización del mundo;
-Jesucristo admirado y amado por lo que es, por su testimonio, por lo que consiguió y por lo que concede y por su presencia hoy día;
-el Reino de Dios, proyecto de Jesús para la salvación del hombre y humanización del mundo mediante la libertad, justicia, paz, vida, gracia y amor;
-la fe, esperanza y caridad, virtudes por las que nos adherimos a Cristo como seguidores, le amamos en el prójimo y con Él caminamos hacia la casa del Padre.

Para los católicos
Los miembros de la Iglesia católica añaden a su compromiso como personas, creyentes y cristianos, los valores que les distinguen:

-la Iglesia vivida en comunión. El católico es el bautizado que se une a Cristo dentro de la estructura visible de la Iglesia por la profesión de fe, la obediencia a su doctrina, la recepción de los sacramentos, la aceptación del régimen eclesiástico y el enfoque comunitario que da a su vida cristiana;
-Cristo presente en los sacramentos a quien el cristiano responde en las diferentes llamadas. En especial en la reconciliación con Dios en el sacramento de la penitencia y en la vivencia del su misterio pascual en la Eucaristía;
-el culto litúrgico para adorar, alabar, dar gracias, reparar y ofrecerse a Dios Padre por Cristo en unión con el Espíritu Santo;
-la evangelización como adulto en la fe. Se impone vivir el sentido comunitario de la salvación colaborando en el apostolado, en la evangelización.
-la Virgen María, valor excepcional por su maternidad divina, la cooperación en la obra redentora, su constante intercesión ante Dios, y por el “SÍ” que dio en la Encarnación prolongado en su vida y culminado al pié de la cruz.
-los santos por la práctica coherente del Evangelio, la oración, la caridad con el prójimo y por su intercesión en el cielo
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