Hoy rompo mi silencio y pido justicia para una menor

Hoy hace dos meses, después de una campaña feroz por los medios de comunicación, Judit, una niña de ocho años fue entregada a su abuela paterna –y arrancada de su madre- . Se acusaba a la madre “de inculcarle aversión contra su padre” y se afirmaba que la niña padecía un llamado síndrome de alienación parental, que no está reconocido científicamente.

No he querido tomar parte ni por el padre ni por la madre, -auténticos desconocidos para mí, hasta el día de la entrega de la niña en que ví a la madre y una semana más tarde a su padre-, simplemente quiero alzar la voz por la pequeña Judit que es la víctima de todo este drama, y a quien se está privando de lo más importante para ella: el contacto con su madre: Estoy segura de que se podía haber buscado una medida intermedia y no el apartarla de su madre por seis meses. Y esto ha sido afirmado por prestigiosos juristas y profesionales del derecho.

Durante el verano mucha gente de total confianza,- al haber trascendido a los medios de comunicación, que la niña había sido entregada en mi Convento para preservarla y huir de la prensa- se acercó para explicar quiénes eran sus progenitores. Sólo quiero apuntar que de su madre no he recibido más que elogios. Tal vez falló a la hora de facilitar las visitas del padre, pero en su lugar, muchos nos preguntamos ¿cómo hubiéramos actuado, si cada vez que la niña regresaba de las visitas paternas, estaba literalmente enferma?

Fui a ver a la jueza para pedir una psicóloga que velara por la niña, y para pedirle por favor frenara a los medios que se estaban cebando con este caso. Prometió advertirlo. Confieso que al salir de los juzgados y ver el monstruoso edificio me dije: “-Demasiado palacio para tan poca justicia”... Salí con una sensación de frustración que no puedo explicar.

Esta semana el tema salta a la prensa de nuevo y parece que el circo mediático está servido: y a costa de la pobre Judit, ¡tendremos culebrón mediático!

El fiscal del Tribunal Superior de Justícia de Cataluña (TSJC), ha detectado un "error en la valoración de la prueba", porque la jueza no tuvo en cuenta un dictamen del Servicio de Asesoramiento Técnico en el Ámbito de la Familia (SATAF), contrario a que se retirara la custodia a la madre. Además la jueza ha ignorado el dictamen del Dr Sanchis, reconocido psiquiatra de la Fundación Althaia, que desaconsejaba que la niña fuera apartada de su madre; en cambio se ha basado en el informe del psicólogo presentado por el padre, que mantiene que la niña padece el síndrome inventado por el psiquiatra americano Dr Gardner, que en el año 2003 se suicidó, después de que el Juzgado de apelación de Florida rechazara sus tesis por ausencia de reconocimiento científico.

La Fiscalía, insiste que el informe de SATAF encargado por el juez reconoce la gravedad del problema de la niña con el padre, pero advierte de que "la medida radical" de quitarle la custodia a la madre "no es quizá, desde el punto de vista técnico y psicológico, la medida más adecuada".

Pido que el recurso del fiscal sea considerado con carácter URGENTE. No sea que lleguemos demasiado tarde y Judit, la parte más débil de todo este drama, sufra daños irreparables en su psicología.

No abogo ni por el padre ni por la madre: Pido justicia para Judit, y si algún lector puede hacer algo, le suplico, en nombre de la pequeña, de la justicia –no la humana que vemos que no tiene entrañas- y de la verdad, que lo haga.

Espero que pronto Judit pueda ver a su padre y a su madre con la normalidad a la que pueden ser capaces de llegar, cuando los adultos se lo permiten superando sus aversiones y velando por los niños a los que dicen amar.

Sor María Lucía Caram O.P

Para enviar adhesiones escribir a: sosjudit2007@gmail.com
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