La violencia psicológica es un tema tabú en en el país Manos Unidas impulsa en Perú la recuperación emocional y el liderazgo de mujeres rurales que sufren violencia psicológica

Mujeres rurales de Perú contra la violencia de género
Mujeres rurales de Perú contra la violencia de género

En el Día Internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer, Manos Unidas recuerda la importancia de la recuperación psicoemocional de las mujeres víctimas de violencia de género

En la provincia peruana de Quispicanchi, un grupo de mujeres quechuas participa en un programa impulsado por Manos Unidas y la Asociación Wayra para sanar las heridas invisibles de la violencia

El proyecto combina atención psicológica, arte y cosmovisión andina para recuperar la salud mental y promover el liderazgo de las mujeres rurales

La violencia psicológica es un tipo de violencia sutil, muchas veces normalizada y que puede ser más difícil de detectar. Puede causar depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental graves en las mujeres, además de trastorno de estrés postraumático, baja autoestima o comportamientos de riesgo

(Manos Unidas).-La violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo una de las violaciones de derechos humanos más generalizadas en todo el mundo. En el marco del 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Manos Unidas pone el foco en la violencia psicológica, una forma de maltrato a menudo silenciosa y normalizada que deja profundas huellas emocionales.

Según Naciones Unidas, 736 millones de mujeres, casi una de cada tres, han sufrido violencia física o sexual a lo largo de su vida. La violencia psicológica, que es probablemente la forma más común y silenciada de violencia de género, paradójicamente es la que cuenta con datos menos robustos a nivel global debido a los desafíos en su medición y estandarización y, sin embargo, se confirma que es un problema que afecta a millones de mujeres en todas las regiones del mundo.

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En este contexto, un informe reciente de ONU Mujeres(octubre 2025) alerta de un retroceso global: una de cada tres organizaciones que trabajan por la erradicación de la violencia de género ha tenido que suspender programas por falta de financiación pública.

Formulación de la Agenda de la Mujer Quispicanchina
Formulación de la Agenda de la Mujer Quispicanchina

Manos Unidas mantiene su compromiso con la defensa de los derechos y la igualdad de las mujeres. En 2024, la ONG apoyó 82 proyectos específicos, con una inversión de más de ocho millones de euros, centrados en prevenir la violencia, fortalecer el liderazgo femenino y garantizar su salud mental.

La realidad en Perú, y según un informe del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán es devastadora: más de 190.000 mujeres, niñas y adolescentes fueron víctimas de violencia de género (física, psicológica, sexual o económica) de 2024 a abril de 2025.

En este contexto, Manos Unidas, junto con la asociación local Wayra, puso en marcha el proyecto “Recuperación psicoemocional y ejercicio de liderazgo de mujeres víctimas de violencia”,que promovió la atención psicológica y el fortalecimiento personal de mujeres víctimas y en riesgo de violencia de género, mayoritariamente violencia psicológica, en la provincia de Quispicanchi, Cusco.

Campaña 25N
Campaña 25N

La violencia psicológica es un tema tabú en Perú. En muchas zonas del país, este tipo de violencia (insultos, humillación, control, amenazas, manipulación emocional…) se percibe como “problemas de pareja” y no como un tipo de maltrato. La cultura machista, aún muy fuerte en la sociedad, contribuye a que se minimice o justifique este tipo de violencia. Además, el miedo al estigma social y la falta de educación emocional, que ha relegado la salud mental a un segundo plano, provoca que, sin herramientas para identificar manipulación, chantaje emocional o abuso verbal, las mujeres y jóvenes  se vuelvan más vulnerables y, muchas veces, no pidan ayuda.

Con el objetivo de asegurar una respuesta integral y coordinada, buscando poner el foco en esta realidad muchas veces silenciada, Manos Unidas, abordó este proyecto involucrando a todos los estamentos estatales responsables.

“Se trabajó también capacitando a funcionarios como psicólogos y policías encargados de hacer peritaje psicológico y se hizo un diagnóstico sobre salud mental con el Instituto de Protección al Menor y Personas Vulnerables (IPMEP), identificando barreras estructurales, culturales y judiciales en la atención a víctimas de violencia psicológica. Además, se establecieron coordinaciones con el Centro de Emergencia Mujer (CEM), centros de salud mental, fiscalías, comisarías y escuelas locales. Estas alianzas facilitaron la derivación de casos, la realización de talleres y la incidencia en políticas locales”, afirman desde la entidad.

Campaña 25N
Campaña 25N

La violencia psicológica, la más invisible

La violencia psicológica es un tipo de violencia más sutil, muchas veces normalizada y que puede ser más difícil de detectar. Puede causar depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental graves en las mujeres, además de trastorno de estrés postraumático, baja autoestima o comportamientos de riesgo.

“Este 25N, desde Manos Unidas y la Asociación Wayra, queríamos poner el foco en la violencia psicológica. En esas tierras donde el quechua florece y la vida se siembra con esfuerzo, hay heridas que no se ven, pero duelen, afirma Norali Quispe, psicóloga y terapeuta del proyecto.

A través de terapias individuales, talleres psicoemocionales y acciones de incidencia, se atendieron a 53 mujeres en Urcos, Ocongate y Sullumayo, logrando que el 45,8% concluyera satisfactoriamente su proceso terapéutico y que 11 de ellas asumieran liderazgos comunitarios.

Proyecto
Proyecto

“El proyecto incorporó un enfoque intercultural y artístico, priorizando el uso del quechua y metodologías adaptadas a mujeres rurales, fortaleciendo sus redes de apoyo y la consecución colectiva del “Allin Kausay” (buen vivir y armonía)”, afirma Mariana Ugarte, responsable del proyecto en Manos Unidas.

Perú, cantera de mujeres lideresas

Ser lideresa rural no es una tarea fácil. La Asociación Wayra, junto con Manos Unidas, ha acompañado el proceso de empoderamiento de 11 mujeres que ahora lideran espacios comunitarios.

Hasta hace poco esas mujeres eran víctimas de violencia psicológica y no participaban en la vida social ni política más allá de lo que les venía asignado por tradición. Eran invisibles para su comunidad y tenían limitado su derecho de participación, de expresión, de asumir u optar a cargos de responsabilidad…

“[El proyecto] no solo me dio apoyo psicológico, sino que me ayudó a seguir adelante, a ser una mujer líder, a valerme por mí misma de manera independiente. Me siento muy segura y he vuelto a confiar y a vivir con dignidad”, explica Yesica Gutierrez, participante en estas terapias.

Asimismo, el proyecto generó alianzas con instituciones locales y capacitaciones a operadores de justicia y salud mental, posicionando la promoción de la salud mental y la violencia psicológica en la agenda local, con resultados sostenibles en liderazgo femenino y participación ciudadana.

Talleres Psicoemocionales
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