“Agradezcamos al Papa por pensar en México”: Mons. Suárez Inda, nuevo cardenal mexicano



Vladimir Alcántara Flores / SIAME. 07 de enero.- Mons. Suárez Inda envió un mensaje al pueblo de México: “Agradezcamos al Papa Francisco por pensar en nuestra patria, y renovemos nuestro compromiso de verdaderos cristianos, no sólo de nombre, sino de testimonio. Pidamos a Dios por el Papa Francisco, y esperemos que un día pueda visitar nuestro país, que pronto se haga realidad esto que él mismo ha expresado como un deseo”.

El pasado domingo 4 de enero, al finalizar el rezo del Ángelus, ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Papa Francisco dio a conocer los nombres de 20 arzobispos que serán creados cardenales en el consistorio que se llevará a cabo el próximo 14 de febrero. Entre los nuevos cardenales se encuentra Mons. Alberto Suárez Inda, arzobispo de Morelia.

En entrevista para Desde la fe, Mons. Suárez Inda reconoció que su designación como nuevo Cardenal es algo que no esperaba, pues su deseo en realidad era que el Papa Francisco aceptara su carta de jubilación por motivos de edad; sin embargo, ahora le pide un nuevo servicio, lo cual representa el llamado de Dios a una entrega más, a otro periodo de trabajo, a participar en lo que le pida Su Santidad Francisco en beneficio de la Iglesia de Jesucristo.

“Recibí la noticia con gran sorpresa y temor, pero sobre todo, con mucha gratitud, pues es un signo de cariño del Papa Francisco a México, a Michoacán, y a mi pobre persona”, externó.

Sobre el hecho de que el Papa Francisco lo haya elegido a él como Cardenal, y no a un arzobispo perteneciente a una de las llamadas “sedes cardenalicias”, Mons. Suárez Inda comentó que para Su Santidad Francisco no existen tales sedes cardenalicias, lo cual se puede observar en que no nombró Cardenal ni al Arzobispo de Turín, ni al Arzobispo de Toledo, ni al Arzobispo de Chicago.

Explicó: “Es un Papa con mucha libertad que elige a quien él quiere y cuando quiere, y que prefiere a los pobres y las periferias, como él dice; es un hombre de espíritu evangélico que rompe con protocolos y tradiciones”.

Por otra parte, comentó que durante la pasada visita Ad Limina pudo hablar con el Papa Francisco sobre diversos aspectos relacionados con el estado de Michoacán, por ejemplo, de toda la riqueza espiritual y humana que hay en la entidad, una región donde la mayoría de la gente es muy noble y trabajadora, y si bien hay muchos que emigran a Estados Unidos, son personas que llevan allá un testimonio de su fe, de su amor al trabajo y a la familia.

Comentó que existe una imagen tal de Michoacán, que pareciera que la gente del estado estuviera viviendo en condiciones inhumanas. Es cierto ­–dijo– que existen problemas como el de la corrupción, la impunidad y el asentamiento de grupos de gente infame que secuestran personas y utilizan a jóvenes como sicarios, seduciéndolos con un poco de dinero, para lo cual aprovechan sus condiciones de ignorancia y de miseria, pero es un fenómeno que también se detecta en otras partes del país.

En cuanto a la entidad ­–precisó– este problema se da sobre todo en algunas zonas, como en la Diócesis de Apatzingán y en Lázaro Cárdenas; aunque también ahora en la ciudad de Morelia, donde hay gente que ha llegado refugiándose en el anonimato con la intención de cometer prácticas delictivas.

“Tristemente es algo que compartimos también con la periferia de la ciudad de México, con otras ciudades del norte del país, y no se diga con el estado de Guerrero. El problema es que hay una gran degeneración por falta de conciencia moral y por la falta de educación desde la familia, desde la escuela y desde la parroquia. Así que el reto es formar a las nuevas generaciones con una conciencia más recta, y sobre todo con un sentido de amor al sacrificio, ya que éste en la actualidad resulta repugnante para la gente, cuando en realidad es una prueba del verdadero amor y una fuente de felicidad”, agregó.

Mons. Suárez Inda envió un mensaje al pueblo de México: “Agradezcamos al Papa Francisco por pensar en nuestra patria, y renovemos nuestro compromiso de verdaderos cristianos, no sólo de nombre, sino de testimonio. Pidamos a Dios por el Papa Francisco, y esperemos que un día pueda visitar nuestro país, que pronto se haga realidad esto que él mismo ha expresado como un deseo”.
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