Llegó a México el temible “coronavirus”, el Covid-19 que ya tiene prácticamente extensión mundial, salvo en el continente africano. Inmediatamente, la Iglesia católica de México emitió una serie de recomendaciones a fin de prevenir eventuales contagios en templos por tratarse de lugares donde asiste importante número de personas. Las arquidiócesis de las tres principales ciudades del país emitieron las recomendaciones que sanitarias de prevención que recuerdan a las de la epidemia de influenza de 2009.

En el sitio de la CEM, los obispos hacen un llamado al “pueblo que peregrina en México” para tomar medidas preventivas de contagios. Entre las recomendaciones, está la inmediata suspensión del saludo de mano y la disponer que la sagrada comunión se dé en las manos del fiel en vez de ponerla en la boca.

Los obispos firmantes de las “Acciones en la Iglesia, ante la eventual emergencia sanitaria (COVID-19)”  invitan a tomar “con seriedad” estas medidas además de atender las de las autoridades sanitarias entre las que están las de higiene y protección.

Por otro lado, el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, al presentar las “Medidas sanitarias de prevención en las misas” hizo un llamado a “mantener la calma” e incrementar las medidas de higiene. Destaca que, de las principales recomendaciones, el prelado regiomontano convoque a realizar campañas de oración por los enfermos y personal sanitario. Asimismo, se enfatiza en las mismas recomendaciones para evitar cualquier contacto físico y cuidar la higiene de los ministros extraordinarios de la eucaristía a fin de desinfectar “sus manos con geles apropiados antes de administrar la comunión a los fieles, quienes la recibirán en la mano y deberán consumirla frente al ministro”.

El cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara, propuso similares medidas en las celebraciones eucarísticas. A través de una serie de disposiciones para implementar “Acciones de la Iglesia de Guadalajara ante la eventual emergencia sanitaria”  el pastor de la Iglesia tapatía dirigió una especial súplica para encomedarse a Dios y a la Madre Santísima, Ntra. Sra. de Zapopan, Patrona de la Arquidiócesis de Guadalajara y protectora contra pestes y epidemias, para que tomemos con plena conciencia y responsabilidad la prevención contra este virus, y nos unimos en oración, pidiendo que pronto se obtenga una efectiva cura.

Finalmente, en la arquidiócesis de México, el arzobispo Carlos Aguiar Retes emitió un comunicado  donde dispuso de instrucciones para aplicar en templos además de evitar cualquier forma de pánico y tomar fuentes fidedignas de información acerca de la expansión de la enfermedad.

En el arzobispado, tomando las mismas medidas del 2009 por la epidemia de influenza en la Ciudad, se recomienda a los sacerdotes no celebrar ningún tipo de acto litúrgico ante cualquier indisposición, abreviar las celebraciones, predicar homilías cortas para evitar permanencias prolongadas en espacios cerrados y la trasladar las colectas al final de la celebración para evitar que la gente maneje dinero y se contamine las manos antes de recibir la comunión.

En el comunicado, se pide “orar intensamente a fin de pedir la intercesión maternal de la Santísima Virgen de Guadalupe, pidiendo su auxilio y protección en esta situación”.