“Es un momento histórico dentro de la Iglesia", señalan algunos de los participantes en la peregrinación "Esto es un milagro de Francisco": Católicos LGTBIQ+ se reúnen en Roma por el Jubileo

La peregrinación jubilar está organizada por La Tenda de Gionata
La peregrinación jubilar está organizada por La Tenda de Gionata RD/Captura

Católicos LGBTIQ, acompañados por sus familias y sacerdotes, participaron ayer, viernes. en una vigilia de oración en Roma, como parte de los muchos actos del Jubileo, un acto sin precedentes dentro de la Iglesia católica que algunos han calificado como un auténtico «milagro»

La vigilia, organizada como inicio simbólico de una peregrinación del colectivo LGBTIQ en el marco jubilar, congregó a centenares de fieles provenientes de más de 40 países, quienes se unieron en oración la lglesia del Gesú, el templo de los jesuitas en el centro de Roma

Católicos LGBTIQ, acompañados por sus familias y sacerdotes, participaron ayer, viernes. en una vigilia de oración en Roma, como parte de los muchos actos del Jubileo, un acto sin precedentes dentro de la Iglesia católica que algunos han calificado como un auténtico «milagro».

La vigilia, organizada como inicio simbólico de una peregrinación del colectivo LGBTIQ en el marco jubilar, congregó a centenares de fieles provenientes de más de 40 países, quienes se unieron en oración la lglesia del Gesú, el templo de los jesuitas en el centro de Roma.

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Sin exhibición de banderas, pero con camisetas, pines y otros elementos con los colores del arcoíris, llenaron esta Iglesia para el que reconocen que es un momento histórico.

“Un milagro de Francisco”

“Es un momento histórico dentro de la Iglesia que se nos permita a las personas de diversidad sexual estar oficialmente. Extraoficialmente hemos estado por mucho tiempo, pero esta es la primera vez que se nos reconoce de manera formal”, señaló Inés, una chica transgénero e integrante de la comunidad ‘Espacio Seguro’ de Costa Rica, que lo calificó como un verdadero “Milagro de Francisco”.

Aunque no se trata de un gran evento jubilar como los de los Jóvenes o los Pobres, los organizadores destacan su valor simbólico como una de las muchas peregrinaciones espontáneas reconocidas dentro del calendario oficial.

Uno de los momentos más significativos fue la entrega de una cruz arcoiris que fue llevada a pie por un grupo de peregrinos LGBTQ+ y sus familias durante nueve días, recorriendo más de 100 kilómetros por la Vía Francígena sur, desde Terracina (sur del país) hasta la puerta misma de la Iglesia del Gesù.

"Una Iglesia-madre"

“No se trata solo de una apertura, sino de una Iglesia-madre que empieza de nuevo a abrazar a sus hijos, hijas e hijes que estaban heridos, discriminados y relegados a las periferias. Es una madre que está volviendo a acogerlos”, añadió Inés.

Joan ha llegado desde Barcelona y destaca el respaldo recibido: “Lo que más me impacta es la cantidad de gente que nos apoya y dice: ‘ya era hora de que se hicieran estas cosas’. Sobre todo, gente heterosexual. Eso me emociona porque muchas veces uno siente que está solo”.

Desde Guadalajara en México, Gonzalo también ha querido estar presente en «el evento representa una señal de esperanza». “Esta peregrinación en la cuna de nuestra fe significa que la Iglesia sigue y seguirá cambiando. La orientación sexual es solo una característica más de la persona. No por eso somos más ni menos”.

Entre los asistentes también se encontraban Mara y Agostino, un matrimonio de Reggio Emilia, en Italia, con cuatro hijos, uno de ellos homosexual. “Hace veinte años nuestro hijo nos dijo que era gay. Fue un terremoto”, recordaron.

Profundamente creyentes, confesaron que al principio interpretaron la homosexualidad de su hijo como un “vicio moral”. “Nos bloqueó. No supimos acogerlo. Lo rechazamos durante 12 años, incluso se fue de casa”.

"Era posible una Iglesia distinta"

El cambio, dijeron, llegó tras asistir a una vigilia contra la homofobia en la que conocieron a un sacerdote y a un grupo de creyentes LGBTQ+. “Ahí empezamos a entrar en otra Iglesia. Comprendimos que era posible una Iglesia distinta, que no excluyera, sino que hiciera espacio para todos, también para quienes tienen una orientación sexual diferente”, relataron.

“Porque no es una enfermedad, no es un vicio, no es una elección. Nadie puede ser culpado por lo que no ha escogido. Tiene derecho a florecer tal como es y vivir en plenitud su identidad”, dijeron.

Para Mara y Agostino, su participación en la vigilia tiene un sentido profundo: “Estar aquí significa dar esperanza a tantos jóvenes LGBTQ+ que buscan su lugar en la Iglesia y en la vida. Que sepan que hay un sitio para ellos, tal como son. Porque si hay que renunciar a una parte de uno mismo, entonces ese lugar no es hogar”.

Este sábado, los más de 1.300 participantes llegados de todo el mundo que se han inscrito en este evento se reunirán y en procesión recorrerán con su cruz arco iris la Vía de la Conciliazione, como cualquier peregrino del Jubileo, para pasar por la Puerta Santa y recibir la indulgencia

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