Padre José Miguel Machorro está fuera de peligro



De acuerdo con información del SIAME, la víctima habría sufrido una grave recaída por una infección estomacal; sin embargo, la oportuna intervención del servicio de urgencias del Hospital General de Tehuacán logró estabilizar al sacerdote apuñalado el 15 de mayo en el altar del perdón de catedral metropolitana.

El padre José Miguel Machorro, de acuerdo con las declaraciones de su hermano Miguel Ángel, no recuerda mucho de su agresor. No le guarda rencor alguno, no tiene odio contra él y el desafortunado incidente le ha permitido reflexionar sobre su vida. Aqui la nota completa como fue publicada en el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México:



Vladimir Alcántara / SIAME. 28 de julio.- Médicos del Hospital de Tehuacán, Puebla, han logrado estabilizar la salud del P. José Miguel Machorro, quien en días últimos llegó a este nosocomio con un cuadro estomacal que lo tenía al borde de la muerte, debido a una complicación que tuvo ocasionada por bacterias, cuando parecía que su organismo reaccionaba favorablemente a los daños que le dejó el ataque del que fue víctima el pasado 15 de mayo en la Catedral Metropolitana de México, cuando un individuo de nombre Juan René Silva Martínez, por motivos aún desconocidos, subió al Altar del Perdón y lo agredió con un arma punzocortante al momento en que terminaba de celebrar Misa.

El hermano del sacerdote, Migue Ángel Machorro, en entrevista para Desde la fe, explicó que el P. José Miguel se había estado estriñendo mucho, así que comenzaron a suministrarle medicamentos que le ocasionaban diarreas intensas, pero aún se le controlaban. “Sin embargo, en la última semana se complicó su salud, porque empezó también con vómitos, así que fue internado pronto en el Hospital General de Ajalpan, de donde antier fue trasladado al Hospital General de Tehuacán; aquí llegó ya muy deshidratado, en riesgo de muerte, ya ni siquiera articulaba palabras; nos dijo el urgenciólogo que muy probablemente yo no viviría. Gracias a Dios anoche lograron estabilizarlo”.

Refiere que anoche pudo platicar con el sacerdote, quien ya presenta un color de semblante distinto y puede hablar de manera normal. “Me pidió que me comunicará inmediatamente con el Card. Norberto Rivera y le informara que ya estaba fuera de peligro. Está muy agradecido con la Arquidiócesis de México por toda la preocupación mostrada. Se siente bendecido, porque además ha sentido el apoyo de la familia; nos turnamos para cuidarlo, estamos siempre al pendiente de lo que necesita”.

Miguel Ángel Machorro comenta que el P. José Miguel muy poco dice sobre su agresor; sólo cuando se le pregunta, pero aun así no abunda. “Únicamente explica que al momento de la agresión no le dio tiempo de reaccionar, dice que todo fue tan rápido que ni siquiera sintió cuando el hombre lo hirió, sino hasta que ya se encontraba herido. Posteriormente, a través de los medios de comunicación fue como se enteró de quien había sido su agresor; jamás lo había visto antes. Por lo demás, mi hermano es totalmente un hombre de perdón, quien no guarda rencores contra nadie. No siente odio hacia el hombre, dice que su atacante nada tenía contra él directamente, que debe ser una persona enferma, con problemas”.

“Por lo que mi hermano a veces se desespera —explica— es por no poder llevar el ritmo de vida que llevaba antes, ese modo activo que tienen los sacerdotes de vivir; no le gusta estar postrado en una cama sin poder hacer nada. Confía en que volverá a tener una vida dinámica, pero para eso tiene que pasar un largo proceso, en el que tienen que hacer muchos ejercicios de rehabilitación y continuar con todos los cuidados médicos”.

Finalmente, Miguel Ángel Machorro asegura que su hermano con quien está más agradecido es con Dios, ya que considera que le ha dado una oportunidad para replantearse muchas cosas, para revisar proyectos de vida. “Dice que si Dios le presta salud, a él le gustaría seguir realizando las actividades propias del sacerdocio; pero si no fuera eso, pues le gustaría dedicarse a la enseñanza en alguna universidad, o a algo un poquito menos dinámico, pero en el mismo ánimo de servir a la gente”.
Volver arriba