De número 5/2020 de la oficina de comunicación del arzobispado El vergonzoso boletín de la arquidiócesis de México

El vergonzoso boletín de la arquidiócesis de México
El vergonzoso boletín de la arquidiócesis de México

"Lamentablemente, no es la primera vez que, en esa oficina, las responsabilidades son sinónimo de evasión. Ni el cardenal Aguiar o los encargados de comunicación son capaces de suscribir y asumir lo que está redactado en un timorato comunicado. Colgarse de las denuncias y dichos de los demás no es compromiso efectivo para asumir el seguro acompañamiento y las sinceras condolencias".

Reactivo, timorato, indolente, de machote, frío e impersonal, el boletín No. 5/2020 de la arquidiócesis primada sobre los recientes hechos que han conmovido a los habitantes de la Ciudad de México, es reflejo de la indolencia e insensatez moral de una oficina que no sabe cómo reaccionar ante calamidades, desastres y difíciles situaciones que enlutan a la sociedad.

En pocos párrafos, sólo atina a sacar el discurso consabido: “Enérgica condena”. La respuesta parece consecuencia del “no quedarse atrás” y más bien reactivo, de coyuntura y sin comparación con el mensaje del obispo de Xochimilco quien suscribe fuertes palabras donde reconoce las ausencias de la Iglesia, pero también el compromiso para seguir adelante en pastorales comprometidas con los más vulnerables.

Lamentablemente, no es la primera vez que, en esa oficina, las responsabilidades son sinónimo de evasión. Ni el cardenal Aguiar o los encargados de comunicación son capaces de suscribir y asumir lo que está redactado en un timorato comunicado. Colgarse de las denuncias y dichos de los demás no es compromiso efectivo para asumir el seguro acompañamiento y las sinceras condolencias. En el infausto no se encuentra ni un gesto de solidaridad salvo el bien construido cliché de “por ellas y sus familias elevamos nuestras oraciones” ¿En verdad? ¿De quiénes? ¿Del cardenal Carlos Aguiar en perpetuas salidas al extranjero y sin la altura y valentía para firmar un mensaje sincero como pastor? ¿De los encargados de comunicación social que ni siquiera tienen la mínima ética para para firmar un desafortunado y triste boletín que en la práctica es un anónimo que equivale a eso, a la nada? No lo sabemos.

No se puede pedir más. La forma de comunicación de esa oficina, la cual dijo que se mejoraría radicalmente, no es tal. Pero es consecuencia y reflejo del estado desastroso de una arquidiócesis donde las voces no tienen unidad ni encuentran eco en un pastor lejano. Es el desastre de la pastoral de algarabía de escritorio mientras la tremenda realidad la está rebasando. Es el desastre de una arquidiócesis reflexionando perpetuamente en el “cambio de época” y los sueños cuando ni siquiera es capaz de ver y asumir la época de cambios, aletargada en la conveniente política del avestruz.

Y aunque su llamado para que los “crímenes… no queden impunes y se aplique la justicia” podría ser la mejor excusa para rechazar lo anterior, en el fondo saben que su política es eso: la de la comunicación de fino chocolate que está resultando muy caro a los fieles de la arquidiócesis primada de México. Eso además es indignante.

Este es el comunicado que, hasta antes de las 15 hrs del 18 de enero de 2020 aparecía en el sitio “Desde la fe” sin firma o nombre del responsable del boletín.

Ciudad de México, a 17 de febrero de 2020

Boletín No. 5/2020

Hacemos un llamado a las autoridades para que estos crímenes no queden impunes y se aplique la justicia. Nos comprometemos a fortalecer las acciones pastorales para contribuir a que permee un ambiente de respeto de la dignidad de toda persona.

La Arquidiócesis Primada de México hace un llamado a las autoridades para que los crímenes de Ingrid Escamilla y la niña Fátima ‘N’ no queden impunes y se aplique la justicia.

De nuestra parte, nos comprometemos a fortalecer las acciones pastorales para contribuir e impulsar en la sociedad un ambiente de respeto a la dignidad de toda persona, al fortalecimiento de las familias y a la educación para la paz y la justicia.

La Iglesia Católica es consciente que estos hechos provocan miedo, enojo y desesperanza entre la población, y se une al pesar que vive la Ciudad de México, además de manifestar su enérgica condena por estos crímenes.

Por ellas y por sus familias elevamos nuestras oraciones, y expresamos nuestra convicción en la importancia de la protección de la familia, como el lugar privilegiado para la educación y la transmisión de valores esenciales, entre ellos, el respeto por el prójimo, como el Evangelio de Cristo lo enseña.

boletin fatima

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