Sigamos soñando

Dicen que los sueños en ocasiones dejan de serlo para convertirse en realidad, también es verdad que pocas o muy pocas veces pasa, pero esta vez ha sido así.
Hace 27 años que debía de haber acontecido, pero ahora ya es un hecho consumado.
Martin Luther King Jr, trabajador incansable por los derechos civiles de los miembros de su raza, hombre de paz cuyo premio recibió con tan sólo 35 años. Decía: “el amor no es solamente un fin, sino también un medio de llegar a la paz y la justicia mundiales”
En 1965 consiguió que se reconociera el derecho al voto de los negros, como también la oportunidad de poder entrar a estudiar a la Universidad, pero sus días acabaron como todos los que trabajan y luchan por seguir siendo voz de los que no la tienen: Asesinado. Una noche de 1968 en un motel de Memphis donde se preparaba para liderar una marcha de protesta, en solidaridad con los trabajadores en huelga de basura.
43 años después asistimos a la inauguración en el Nationall Mall de Washington a un monumento homenaje a quien se convirtió en la bandera y esperanza de muchas personas. A sus pies, su célebre frase: “I have a dream”.
En este siglo XXI su sueño es ya prácticamente una realidad a pesar del camino que aún nos queda por recorrer. Hoy me pregunto ¿qué soñaría si estuviese junto a nosotros?
Seguro que estaría al lado de los parados, de las familias que desahucian y obligan abandonar sus casas por no poder pagarlas, de los indignados, de los que gritan en la bolsa por tanta especulación… no dudo que seguiría animándonos a seguir siendo voz de los sin voz, como lo fue lo fue Oscar Romero o el mismísimo Jesús de Nazaret a quien por la misma causa mataron.
Sigamos incansablemente trabajando por la igualdad, la justicia, por los que siempre salen perdiendo. Esto es una parte más de la historia que sucedió en su momento y sigue sucediendo ahora.
Volver arriba