Únete a la rebelión

Este es el lema que se ha escogido este año para la semana de erradicalización de la pobreza que empezó el día 9 y terminará el próximo 17, pero este no es problema de una semana donde solo por unos días miremos por el rabillo del ojo a ver que es lo que nos dicen.
No culpemos solo a los gobiernos, que evidentemente son quienes han provocado el momento por el que estamos atravesando, recordemos que la pobreza y el hambre de muchos países no empezó hace 4-5 años cuando se desencadenó esta crisis que sufrimos, sino que lleva toda una vida, con el agravante de que ahora los recortes a estos países se han agudizado aún más.
Hablamos de cifras sin ser consciente de lo que hay detrás de ellas. Cuando digo 1400 millones de personas ¿somos conscientes de lo que hay detrás de esa cantidad?, me da la impresión de que ya estamos tan acostumbrados a escucharlo, que lo pasamos por alto y saltamos a la siguiente noticia. Cerramos el ordenador, el periódico, apagamos la tele y nos vamos de rebajas o de cena, aunque parezca frívolo, pero así somos en este primer mundo… el egocentrismo no tiene límites, mientras no me toque a mi, no es mi problema, o a lo sumo se nos escapa alguna frase como ¡pobrecillos! El cuerno de África, entre otros muchos sitios, no lo han descubierto ahora, sino que es un problema que no puede llegar a mañana, tiene que solucionarse “ahora”.
Esa crisis de la que constantemente y a todas horas nos hablan los medios de comunicación, o de la bolsa si sube o baja (nunca he entendido tanto de economía como ahora), es un problema que ellos llevan padeciendo toda su vida, nacieron con la palabra crisis debajo del brazo y morirán con ella, sin embargo son más felices que nosotros ¿por qué? Porque lo poco que tienen son capaces de compartirlo y no necesitan más, porque no han perdido los valores que nosotros dejamos hace tiempo por el camino, ese es nuestro gran problema…
Que este lema no sea de una semana al año, que nos lleve a algo más. No es necesario irnos a África, lo tenemos en nuestras calles, incluso puede que alguno en la puerta de enfrente de su casa. Seamos algo más generosos, compartamos lo que tengamos y todos tenemos algo que dar, no todo consiste en lo material. No se lo dejemos a los gobiernos, porque de esa forma siempre iremos a peor.
Pocas han sido las noticias que han sacado los medios sobre esta semana que celebramos, pero a nosotros por lo menos que no nos pase por alto. Son hermanos nuestros si nos consideramos cristianos. Mañana nos puede tocar a nosotros y todos tenemos derecho a vivir con un mínimo de dignidad.
Volver arriba