«En defensa del Papa», Rodari y Tornielli con dos lecturas Las 14 crisis de Benedicto XVI

(Javier Morán, en La Nueva España).- Ya existía en castellano un extenso compendio del agitado mandato de Benedicto XVI al frente de la Iglesia católica. Lo publicó José Catalán Deus -«Después de Ratzinger, ¿qué?»- al cumplirse los cuatro años del Pontificado de Ratzinger y supuso un repaso documental muy serio y objetivo acerca de las primeras convulsiones que habían rodeado al Papa teólogo cuando aún no había llegado la profunda crisis de la pederastia identificada por el informe oficial irlandés.

Ahora acaba de ser traducido del italiano el libro «En defensa del Papa», de los vaticanistas Paolo Rodari, del periódico «Il Foglio», y Andrea Tornielli, de «Il Giornale». Obra esperada y de gran interés, desarrolla en 14 capítulos los grandes asuntos, las grandes crisis del Pontificado de Benedicto XVI, desde la conferencia de Ratisbona que irritó al Islam hasta la legislación específica de la Santa Sede para los anglicanos retornados a la obediencia romana, y pasando, por supuesto, por los nombramientos de obispos que el Vaticano tuvo que anular a última hora por el levantamiento de la excomunión a los obispos lefebvrianos -incluido Williamson, negacionista del Holocausto-, por las palabras del Papa en África sobre el preservativo o por la «semana negra» de Benedicto XVI en la Semana Santa de 2010, cuando más arreciaron las críticas al Vaticano a causa de la extensión de la pedofilia del clero.

Además de realizar un extenso repaso de las crisis, el libro de Rodari y Tornielli tiene dos niveles de lectura. El primero, el explícito, es el que corresponde a la intención con la que ha sido escrito. Su tesis es que existe un sistemático ataque -de la prensa, en particular- hacia la Iglesia católica y Benedicto XVI, y que el objetivo de dicha campaña es ahondar en los conflictos abiertos para así disminuir la autoridad moral de la Santa Sede.

La clave del ataque puede ser asumida por el lector tranquilamente, pero lo curioso es que, según avance en la lectura, irá descubriendo que en la obra comparece la tesis que un día predicó el mismo Benedicto XVI, a saber, que los males de la Iglesia no venían de fuera, sino que estaban en su interior.

Pero el «interior» es un espacio muy confuso. ¿Es la conciencia de los católicos? ¿Es el temible pecado? ¿Es el código real de comportamiento de la jerarquía?

La segunda lectura que se puede hacer del libro de Rodari y Tornielli es ésta precisamente, un análisis de la tarea de gobierno de la Iglesia y de la célebre curia vaticana, un lugar en ocasiones alejadísimo del mundo. La otra intención del libro, la de salvar a toda costa a Benedicto XVI, es respetable. Existe un halo de honestidad, sinceridad y decencia en Ratzinger, aunque ello no le ha protegido de colaboradores dudosos, bien heredados o bien elegidos por él mismo.

En cualquier caso, el hecho de que «En defensa del Papa» venga firmado por dos vaticanistas reputados y mesurados es una garantía para dar credibilidad a sus análisis de lo que rodea al Papa y para huir de juicios simplificadores.

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