El monasterio recuerda el reto de convertir un convento desvencijado en lugar de retiro y oración Los Amigos de Buenafuente celebran su 52º aniversario

Ángel Moreno y Narciso Yepes
Ángel Moreno y Narciso Yepes

Esta es la historia de una amistad que se renueva cada año, en el fin de semana más próximo a la celebración de la exaltación de la Santa Cruz, en el Monasterio de Buenafuente del Sistal (Guadalajara).

Amigos de Buenafuente celebró su 52º aniversario con un concierto en la iglesia románica del monasterio, con la participación de Clara Corral Martínez (voz) y Cristina Pérez-Lozao (órgano), quienes interpretaron arias de oratorios y otras piezas sacras. Amigos y simpatizantes abarrotaron el templo

Estuvieron presentes don Ángel Moreno, el párroco de Buenafuente, y los obispos de Sigüenza- Guadalajara, monseñor Julián Ruiz Martorell y el obispo emérito, monseñor Atilano Rodríguez

Esta es la historia de una amistad que se renueva cada año, en el fin de semana más próximo a la celebración de la exaltación de la Santa Cruz, en el Monasterio de Buenafuente del Sistal (Guadalajara).

Amigos de Buenafuente celebró su 52º aniversario con un concierto en la iglesia románica del monasterio, con la participación de Clara Corral Martínez (voz) y Cristina Pérez-Lozao (órgano), quienes interpretaron arias de oratorios y otras piezas sacras. Amigos y simpatizantes abarrotaron el templo, que también congregó a don Ángel Moreno, el párroco de Buenafuente, y los obispos de Sigüenza- Guadalajara, monseñor Julián Ruiz Martorell y el obispo emérito, monseñor Atilano Rodríguez.

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No podía faltar la familia Yepes, cuyo patriarca, el insigne concertista de guitarra Narciso Yepes (fallecido hace 28 años), fue quien inició estas jornadas musicales en 1973 para apoyar económicamente las necesidades del monasterio. En ocasiones se sumaba también el arpista Nicanor Zabaleta.

Este año se entregó la Cruz de Buenafuente a Jesús de Juan, por su labor en la página web; a Virginia Cagigal, por su trabajo con el coro de niños y jóvenes; y a Rober Mendy y Kelofás Gaspar Mosha, trabajadores en Buenafuente.

Lugar de desierto, silencio, oración y meditación

Buenafuente del Sistal hoy es lugar de desierto, silencio, oración y meditación, enclavado en un paraje privilegiado de Guadalajara; el Alto Tajo. Las monjas del Císter permanecen en Buenafuente sin interrupción desde 1246. En esta comunidad vivió la Madre Teresita, la monja más longeva (105 años), que en 2011 fue recibida por Benedicto XVI cuando visitó España, al darse la circunstancia de que ingresó en Buenafuente el mismo día que nació el Papa.

Clara Corral y Cristina Pérez-Lozao durante el concierto en Buenafuente
Clara Corral y Cristina Pérez-Lozao durante el concierto en Buenafuente

El monasterio cisterciense, ubicado a una hora y media de Guadalajara, durante los años 70 logró convertir unas instalaciones medievales desvencijadas, en un lugar de oración en medio de un desierto de silencio que invita al encuentro con Dios. ¿El artífice de semejante cambio? Don Ángel Moreno, de Buenafuente. Un joven párroco recién ordenado. Como otros compañeros, pensaba estar poco tiempo atendiendo las necesidades espirituales de una pequeña comunidad de monjas, abandonadas a su suerte en un lugar doblemente frío y sin apenas condiciones de habitabilidad.  Lo inhóspito del lugar fomentaba la reacción casi instintiva de huída de los sacerdotes que por allí pasaban. Pero don Ángel superó esta etapa. Lo habló con su madre, la señora Dolores, que lo acompañaba. Le ofrecieron un pueblo muy próximo al suyo. Don Ángel decidió quedarse en el Monasterio. Pronto brotó la hazaña; el milagro.

Según explica Ángel Moreno, de Buenafuente, que acaba de cumplir 80 años y 56 de ministerio sacerdotal, “aconteció la chispa de atracción hacia Buenafuente, ya que el sacerdote Carlos Castro Cubells, habiendo leído algunos testimonios sobre el Sistal en la revista Vida Nueva, transmitió a un grupo de laicos con los que caminaba espiritualmente y se reunía en una iglesia de Madrid, la ilusión de celebrar la Semana Santa de 1973 en Buenafuente”. Añade Moreno: “Aquellos días un grupo de 40 personas, muy sensible a la liturgia que vivía con verdadera pasión las disposiciones del Concilio Vaticano II, se ha convertido en punto de referencia para comprender el “milagro” de Buenafuente”.

“Poco a poco, Buenafuente del Sistal, las monjas, los sacerdotes y los seglares que lo habitan, han hecho de este pequeño pueblo un lugar de retiro y oración, de meditación de la Palabra de Dios, para el Encuentro con uno mismo y con Dios, en el desierto humano de la Guadalajara del Alto Tajo”, según destaca Moreno.  

52 Años de los "Amigos de Buenafuente"
52 Años de los "Amigos de Buenafuente"

El monasterio comenzó a contar con la ayuda de destacadas personalidades del mundo de la creación musical, como el concertista de guitarra Narciso Yepes que organizaba conciertos benéficos para el apoyo económico y reconstrucción de este lugar, habitado desde el siglo XIII por la Comunidad Cisterciense (antes, por los Canónigos Regulares de San Agustín). En un par de ocasiones participó como invitado el arpista Nicanor Zabaleta. También se sumaron intelectuales como Jimena Menéndez Pidal, pintores y arquitectos. Asimismo, el grupo Scout del Colegio Nuestra Señora del Pilar de Madrid colaboró en la rehabilitación de este convento.

Según destaca la abadesa del Monasterio de Buenafuente, Madre María Romero, “se sienten Amigos de Buenafuente aquellas personas para las que su contacto con el monasterio ha supuesto una experiencia vital más o menos transformadora y que, de una u otra manera y con mayor o menor intensidad, mantienen un vínculo con este centro de oración y espiritualidad, a la vez que se hacen solidarios de manera libre y espontánea con las necesidades que perciben”.

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