El 24 de septiembre Don Bosco visita Granada
(Salesianos).- Una reliquia de San Juan Bosco, fundador de los Salesianos, llegará el 24 de septiembre a Granada. Una comisión creada al efecto está preparando los distintos actos que se llevarán a cabo durante ese día.
La presencia de Don Bosco entre nosotros será una buena ocasión para que todos los miembros de la Familia Salesiana en Granada, antiguos alumnos y amigos de la obra salesiana, puedan acercarse a nuestro centro y manifestar su agradecimiento y admiración al Padre y Maestro de la juventud, como Don Bosco fue definido por Juan Pablo II.
Los orígenes de la presencia salesiana en Granada se remontan a un lejano 2 de julio de 1916 en que los hermanos López-Barajas y Damas, Doña Concepción, Doña Mercedes y Don José, hicieron donación a la Congregación Salesiana de unos terrenos, la Huerta de Capuchinos, que poseían en el Campo del Triunfo.
Tuvieron de pasar muchos años para que se hiciera realidad nuestra presencia en la ciudad con la llegada del salesiano Don José María Campoy el 21 de febrero de 1946. Durante más de treinta años los salesianos atendieron a las clases populares de esa zona de Granada y el año 1977, siguiendo la voz de Dios manifestada en el Concilio Vaticano II, en el Capítulo General Especial y la llamada de los jóvenes más pobres, nos marchamos al populoso barrio del Zaidín. Cambiar de lugar una obra tan compleja no fue nada fácil, pero con el esfuerzo y el cariño de todos y el auxilio permanente de María el colegio San Juan Bosco arraigó en la Barriada del Zaidín con la que se siente totalmente identificado.
El trabajo de los salesianos a lo largo de estos años en Granada ha sido acreedor de la "Medalla de oro de la Ciudad", la "Granada de Oro" concedidas por el Excmo. Ayuntamiento y del "Gorrión de Plata" de la Asociación de Vecinos del barrio. La calle Mª Auxiliadora y la avenida Don Bosco, donde se encuentra el monumento dedicado a él, son muestra del reconocimiento de la ciudad al santo.
El recuerdo de un santo, en este caso el recuerdo de San Juan Bosco al paso de una parte de sus reliquias por nuestra geografía, tiene por finalidad ser cauce para acercarnos a Cristo, en comunión con la Iglesia, dar un culto agradable a Dios y poder ser así, para nosotros, un estímulo a la santidad, según la vocación que cada uno ha recibido.
