El testimonio del fundador de la comunidad Taizé, reivindicado por su sucesor Hermano Roger, ejemplo de reconciliación aún vigente en un mundo desgarrado

Asesinado en 2005 durante la oración vespertina, el fundador de la comunidad monástica cristiana ecuménica internacional sigue siendo un ejemplo de paz y reconciliación
El prior, el hermano Matthew, declaró: "Nuestra comunidad se fundó durante la Segunda Guerra Mundial, y esto nos ha enseñado a estar cerca de todos los pueblos que sufren, como los de Ucrania y Tierra Santa"
| Federico Piana
(Vatican News).- El mundo, desgarrado por guerras interminables como las de Ucrania y Tierra Santa, y desangrándose por conflictos olvidados como los de la República Democrática del Congo y Myanmar, aún necesita la figura y el mensaje de paz y unidad del hermano Roger. Veinte años después de la muerte del fundador de la comunidad monástica cristiana ecuménica internacional de Taizé —asesinado el 16 de agosto de 2005 por una mujer perturbada que lo apuñaló durante la oración vespertina—, su actual sucesor, el Prior Hermano Matthew, señala cómo estas dos décadas de dolorosa ausencia han sido invaluables para profundizar y comprender mejor su visión de la humanidad y de la Iglesia: «Veía la comunidad eclesial como un misterio de comunión. A menudo decía que hay personas que ya viven la unidad en Cristo, que ponen en práctica la oración de Cristo: que todos sean uno. Y hoy este testimonio de reconciliación es esencial en un mundo dominado por el odio, la división y la violencia».
Corazón y mente abiertos
Cuando el Hermano Roger llegó al pequeño pueblo francés de Taizé, enclavado en la región de Borgoña-Franco Condado, era 1940, en plena Segunda Guerra Mundial. Una situación que le recuerda al hermano Matthew la situación actual, donde una tercera guerra mundial se libra a pedazos, como nos ha recordado repetidamente el Papa Francisco. «El Hermano Roger», relató el prior en una entrevista con los medios del Vaticano, «abrió su hogar a los refugiados judíos que se encontraban en una situación delicada y peligrosa. Y rezó con ellos. Nuestra comunidad se fundó en tiempos de guerra, y esto nos enseña a estar cerca de todos los pueblos que sufren, como los de Ucrania y Tierra Santa».
Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME
"Hermano Matthew: El hermano Roger abrió su hogar a los refugiados judíos que se encontraban en una situación delicada y peligrosa. Y rezó con ellos"

Gestos de amor
Fue ese primer gesto de acogida y de compartir abierto el que puede considerarse uno de los primeros actos fundacionales de la comunidad, basado en tres pilares esenciales: ser una unión de cristianos de diferentes denominaciones, practicar la oración en común y acoger a los demás, especialmente a los jóvenes. Desde sus inicios hasta hoy, explica el hermano Matthew, «nos hemos esforzado por lograr una mayor corresponsabilidad, también gracias a los efectos positivos del reciente Sínodo sobre la sinodalidad. La escucha mutua siempre ha sido y sigue siendo fundamental para nosotros».+
"Tres pilares esenciales: ser una unión de cristianos de diferentes denominaciones, practicar la oración en común y acoger a los demás, especialmente a los jóvenes"
Escuchando a Dios
Para el hermano Roger, elegir quedarse en Taizé tras dejar Suiza, donde había vivido, fue una opción preferencial por los pobres: «Él, que no poseía nada», explica el prior, «escuchó la voz de una anciana muy pobre que le pidió que se quedara con ella en aquel pueblo asolado por la pobreza». Años después, el hermano Roger diría que esa voz era la voz de Dios, que lo llamaba a cosas más grandes.

Etiquetas