El Espíritu de Dios hace de la de la Iglesia una nueva creación

Pentecostés  –A  -    Jn20,19-23     -      28 de mayo  2023

Monseñor Romero desarrolla tres puntos en esta homilía: 1. La Iglesia es siempre acontecimiento. 2. El Espíritu de Dios hace de la de la Iglesia una nueva creación. 3. El Espíritu Santo, renovación del mundo actual. En estos aportes para una homilía o reflexión tomamos una cita de la segunda parte de su homilía.

Mons. Romero dice[1]:  “Pero en segundo lugar, yo digo: el Espíritu es el que hace que esta Iglesia sea una nueva creación. Fijémonos ahora en el pasaje evangélico. Cristo resucitado el mismo día de la Pascua, en la noche, se abre puerta en el cenáculo y ya está en medio de sus discípulos, que, tímidos por miedo a los judíos, por miedo a la persecución, están escondidos.  Y Cristo les dice con la serenidad de una vida que no tiene ocaso: “Paz a vosotros”. Y en un gesto solemne, que nos evoca la primera página de la Biblia cuando Dios creó al hombre a su imagen y semejanza que sopló sobre el barro de la tierra para darle espíritu de vida, Cristo, que es hombre y es Dios, sopla, alienta, sobre el rostro de sus apóstoles, Se diría que es el Creador creando en el barro de la carne humana una nueva creación. “Así como mi Padre me envía, así os envío yo”. “Recibid el Espíritu Santo”.    …..Esta es la creación de la Pascua”.  …..  “Vale la pena, hermanos, pertenecer a esta nueva creación y dejarse inundar por esa fuerza del Espíritu que nos identifica con la misión de Cristo, que trajo como misión traer la paz, destruir el pecado, hacer justa la humanidad.”

¿No es curioso que Juan en su evangelio utilice los mismos gestos y las mismas palabras para el envío del Espíritu en el acontecimiento de Pentecostés, que los que encontró su comunidad en el relato de Génesis de la Creación? Así como Dios, Creador, formó al hombre del polvo, de la tierra, sopló en él aliento de vida para que se convirtiera en un ser vivo (Gn 2,7), lo mismo hace el Resucitado que sopló sobre los apóstoles y les dijo: Reciban el Espíritu Santo (Jn 20,22). Nico ter Linde[2] escribe: "En el principio, Dios sopló en el hombre su aliento de vida: Adán, moldeado de arcilla, cobró vida. Es como si Dios volviera a crear, así lo vivió Juan y así lo contó. Dios tuvo la primera palabra, en el principio hizo que prevaleciera la luz, todavía continúa. "Paz a ustedes", y con la palabra viene el signo, y los suyos pueden respirar de nuevo en libertad, Dios los acompaña, como lo estuvo con Adán en el jardín".

Monseñor Romero entiende Pentecostés como una nueva Creación. Los discípulos son llamados a  experimentar esa nueva creación y a ser levadura de esa nueva creación en la historia. La Creación y, por tanto, Pentecostés, son una tarea y una misión específicas: "traer la paz, destruir el pecado, hacer justa a la humanidad". El Espíritu creador de Dios es experimentado por los discípulos como Su poder creador dado para esa triple misión.

Traer la paz a la tierra. Esa esperanza ya se expresaba cuando las primeras comunidades cristianas compartían relatos sobre el nacimiento de Jesús (Lc 2,14). Y con razón, la esperanza de paz es uno de los anhelos más profundos de los hombres y de las mujeres, porque nuestra historia parece más bien una cadena de guerras, violencias, ocupaciones, destrucción de los demás, derramamiento de sangre, ... con breves períodos ocasionales de alivio, de reconstrucción, a veces un paso adelante y desgraciadamente a menudo pasos atrás. El Espíritu que se nos ha dado nos fortalece y nos llama a ser constructores de paz. Los dirigentes de las naciones invierten miles de millones inimaginables (recaudados como impuestos de la población) en la producción de material bélico y tan poco en la creación de capacidades para el diálogo por la paz, las negociaciones de paz, para una cultura de paz con todos los pueblos. Esa misión de "traer la paz a la tierra" sitúa a los discípulos, a la Iglesia, así tamibién a nosotros mismos, en el corazón de la historia. Es una de las misiones fundamentales de la Iglesia. Pax Christi, sí, de eso se trata pues: de la Paz que el Resucitado nos da con su Espíritu para trabajar por ella con el corazón y las manos.

Destruir el pecado. Otra palabra de Nico ter Linde[3] : "Saberse enviado, como Yo me supe enviado. Vive desde el perdón. El que es perdonado mucho, puede amar mucho. Te mostré lo libre que se vuelve un hombre o una mujer cuando ha superado sus heridas y daños por la gracia de Dios. Esta es una vida por la que ha pasado el aliento de Dios, una vida en su Espíritu. Cuando en la tierra actúen en ese Espíritu, el cielo lo ratificará. A los penitentes pueden darles la seguridad de que sus pecados están perdonados, a los que envenenan este mundo deben dejarles claro que no encontrarán a Dios de su parte". El Espíritu que se nos ha dado nos desafía en la nueva creación a ser testigos del perdón, a dar perdón, a pedir perdón, a hablar de perdón. Testimonios como el de "Sébastien Bellin[4] , el ex jugador de béisbol de élite que fue gravemente herido en el aeropuerto de Bruselas, en el juicio por los atentados del 22 de marzo de 2016 expresó su perdón a los acusados, es un ejemplo fuerte, también para la Iglesia. "Eso para mí es el último paso en mi curación, y para los acusados puede significar la diferencia entre pudrirse en la celda o curarse", dijo el hombre de 44 años." La misión confiada por el Espíritu a la Iglesia tiene todo que ver con la curación de las heridas. Cada posguerra, cada conflicto familiar y social reclama esa fuerza del Espíritu para el perdón, la curación, la paz duradera, la paz del corazón.

"Hacer justa la humanidad".  La vivencia profundamente fiel y espiritual de la Misión del Espíritu Santo nos lleva al compromiso de erradicar la injusticia y de cooperar para que la humanidad crezca en justicia. Relaciones económicas justas entre las empresas y sus empleados y también entre los países. Comercio justo. Trato justo a la naturaleza. Hospitalidad para las personas que huyen. Monseñor Romero llamó claramente a trabajar para arrancar de raíz las estructuras económicas, sociales y políticas injustas. En la nueva creación, la paz será la "cosecha" de la justicia. Para ser creíble, por supuesto, la Iglesia misma debe ser una comunidad donde se actúe y se viva con justicia. Ella tiene esa misión del Espíritu de ser promotora de justicia en todos los ámbitos.

 " Vale la pena, hermanos, pertenecer a esta nueva creación y dejarse inundar por esa fuerza del Espíritu que nos identifica con la misión de Cristo”. Esa triple misión fue la misión de Cristo y se convierte también en la misión de la Iglesia. Ese es el acontecimiento pentecostal.

Algunas preguntas para nuestra reflexión y acción personal y comunitaria.

  1. ¿De qué manera respondemos al don del Espíritu de contribuir a la paz en el mundo, cercano y lejano? Cuál es nuestra experiencia al respecto?
  2. 2. ¿Qué caminos hemos tomado ya para pedir perdón y dar perdón, incluso ante tanto dolor? ¿Cuál es nuestra experiencia al respecto?
  3. ¿Cuál es nuestra contribución concreta para erradicar la injusticia y trabajar por un mundo más justo? ¿Cuál es nuestra experiencia al respecto?

[1] Homilías de Monseñor Oscar A. Romero.  Tomo II – Ciclo A,  Uca editores, San Salvador, primera edición 2005, p. 491 y 493

[2] Traducción libre de:  Nico ter Linde, Het verhaal gaat. 6.  De verhalen van Lucas en Johannes, uitgeverij Balans, 2003, Nederland, blz 273

[3] Traducción libre de:  Nico ter Linde, Het verhaal gaat. 6.  De verhalen van Lucas en Johannes, uitgeverij Balans, 2003, Nederland, blz 274

[4] La mayoría de los medios de comunicación belgas informaron de este contundente testimonio. Este texto se encuentra en: https://www.bruzz.be/justitie/gewezen-basketballer-sebastien-bellin-getuigt-donderdag-op-proces-2023-03-09. Traducción libre:  "Bellin se dirigió a los acusados al final de su testimonio. "Señores, sus abogados han exigido que se les trate como seres humanos. Hoy les pido que también nos traten como seres humanos, que nos escuchen, que nos miren. He decidido perdonarles, así me desprendo de las atrocidades de las que se les acusa. Quiero dar aún más lugar al amor y desprenderme del odio del que se les acusa", dijo Bellin, mientras los acusadoss parecían mirarle.

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