Bach, cantata BWV 95

Casi llegamos ya a la centena de cantatas bachianas que nos deleitan cada domingo y algunos días más. Estas joyas tienen tanta profundidad que nos llegan muy adentro. A pesar de que fueron compuestas para la liturgia luterana no dejan de encantarnos cada vez que las escuchamos. Cada una es digna de ser estudiada con profundidad.

La obra comienza con un ritornello de la orquesta en el que los oboes elaboran unas bellas figuras en terceras tras las cuales viene una fragmento coral, con el coro reforzado con la trompa. Un arioso y recitativo del tenor de nuevo conduce a un movimiento coral. En esta ocasión el violín añade una mayor textura, con una quinta voz. Tras un recitativo secco (sin arioso) da lugar a un tercer coral, cuya melodía es cantada por la soprano a solo y glosada por un oboe d'amore. Rodeada por recitativos secco aparece la única aria de la cantata, de nuevo con los oboes d'amore acompañados por los pizzicato de las cuerdas, imitando las campanas funerales. El habitual coral final es aumentado y reforzado mediante la inclusión de un violín, que suena sobre las voces intentando imitar al alma que vuela hacia Dios.
Las partes de esta cantata son:
1. Coral y recitativo: Christus, der ist mein Leben
2. Recitativo: Nun, falsche Welt
3. Coral: Valet will ich dir geben
4. Recitativo: Ach könnte mir doch bald so wohl geschehn
5. Aria: Ach, schlage doch bald, selge Stunde
6. Recitativo: Denn ich weiß dies
7. Coral: Weil du vom Tod erstanden bist
La instrumentación de la misma es: soprano, tenor, bajo, coro, trompa, dos oboes d'amore, dos violines, viola, violonchelo piccolo y bajo continuo.
El texto en español de la cantata puedes seguirlo aquí y la partitura puedes descargarla aquí.
La interpretación es de Dorothee Mields (soprano), Hans Jorg Mammel (tenor), Thomas Bauer (bajo) y el Collegium Vocale de Gante dirigidos por Philippe Herreweghe.