Cántico sagrado

Canticum sacrum, Stravinsky

¡Feliz jueves! Repasando la lista de los compositores que yo creo (todo muy subjetivo) son los más importantes del pasado siglo XX, a mí se me ocurren varios. Uno de ellos es el austríaco Arnold Schoenberg y otro sería el húngaro Béla Bartók. A mí me gusta incluir a uno de los nuestros, paisano mío: el gaditano Manuel de Falla. Es muy posible que digas que me falta alguno. Estoy pensando especialmente en el que te traigo hoy, quizá el primero de la lista, que te  desvelaré ahora mismo.

Igor Stravinsky

Se trata de Igor Stravinsky (1882-1971), compositor ruso nacido en Lomosonov. Era un compositor a cuyo alrededor hay gran cantidad de anécdotas. En los años 50 el Festival de Venecia le encargó una obra suya. El maestro compuso la que él consideró adecuada pero cuando la envió al festival estos quedaron algo insatisfechos porque consideraban que la pieza era de muy corta duración. Stravinsky, algo enfadado, dijo: «Tóquenla otra vez». Se cuenta que una señora se acercó una vez a él y le dijo que la obra que más le gustaba suya era Scheherezade. Stravinsky se sorprendió mucho de esta afirmación y le dijo a la mujer: «¡Pero señora, si yo no he compuesto Scheherezade!». Ella le respondió: «¡No sea modesto!». «¡No tengo tiempo para tener prisa!» fue lo que le respondió a su editor cuando este le preguntó por qué tardaba tanto en enviarle una composición y que se diese prisa.

Vamos a escuchar su Canticum Sacrum ad Honorem Sancti Marci Nominis, composición para coro y orquesta escrita en 1955. Durante un viaje suyo a Roma se le hizo la sugerencia de componer algo en honor de san Marcos, patrón de Venecia. El maestro se dedicó a estudiar la acústica de varios templos de la ciudad pero quedó prendado de la de la basílica de San Marcos. Así, dividió la composición en cinco partes, tantas como cúpulas tiene la iglesia, ordenadas según la arquitectura: la parte central la más importante y las demás alrededor de ella relacionadas de la forma primera-quinta, segunda-cuarta. No hay que decir que Stravinsky compone una obra extraordinariamente simbolista, desde una multitud de aspectos. Una vez más, el maestro nos demuestra cuán grande es su arte.

La interpretación es de la Orquesta Sinfónica de San Francisco dirigida por Michael Tilson Thomas.

Dedicatio

1. Euntes in mundum

2. Surge, aquilo

3. Ad tres virtutes hortationes (caritas, spes, fides)

4. Brevis motus cantilenae

5. Illi autem profecti

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