Milagro con solo tres instrumentos



¡Feliz lunes! ¡Feliz semana que ahora comienza! Espero que te depare buenos momentos. Puede ser uno de ellos escuchar y disfrutar de la obra que te traigo hoy. Su compositor, grande donde los haya habido, nunca nos defrauda ya que de cada una de sus obras nos llevamos siempre muchísimo. Su estilo inconfundible y esa calidad que sabe dotar a cada una de ellas hace que su música siempre perdure en nuestros oídos y nuestra mente. La obra de hoy es un perfecto ejemplo de todo esto.

Que es, como no podía ser menos, de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), compositor austríaco nacido en Salzburgo. Es conocida la corta vida del maestro y lo que le dio de sí, sobre todo a la hora de componer. Uno siempre se pregunta qué nos hubiera regalado de haber vivido más años. Pero quizá no sea tan conocida su faceta como padre. Tuvo seis hijos: Raimund Leopold, Johann Thomas, Anna Maria y Theresia Constanzia Adelheid Friedericke Maria Anna murieron con pocos días o meses. Llevaron a la adultez Karl Thomas y Franz Xaver Wolfgang y ambos fueron buenos músicos. De hecho, este último también llegó a ser compositor y era conocido como Wolfgang Amadeus Mozart Jr. y pasó su vida entre Viena y Salzburgo. Ninguno de los dos tuvieron descendencia, por lo que el apellido Mozart se extinguió.

Disfrutemos de su Trío para clarinete, viola y piano en Mi Bemol Mayor, K. 498. Se subtitula «Kegelstatt» que significa bolera. Se comenta que fue compuesta mientras Mozart jugaba a los bolos en 1786, aunque también parece improbable ya que la obra es muy intelectual y densa y parece poco probable que fuese compuesta mientras jugaba. Explora de una forma especial las cualidades líricas del clarinete que se intercala de magistralmente entre los otros dos instrumentos a lo largo de sus tres movimientos. Parece que fue compuesto para Franziska von Jaquin, discípula de Mozart y miembro de una de sus familias amigas. Así, es muy probable que en su estreno la propia Franziska acompañase a Mozart y al clarinetista Stadler, para quien el maestro había compuesto varias obras. Música celestial, con todas las letras.

Los movimientos son:

1. Andante.
2. Menuetto y Trío.
3. Rondeaux. Allegretto.

La partitura de la obra puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Michel Portal (clarinete), Bruno Pasquier (violín) y Jean-Claude Pennetier (piano).

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