Oh cruz fiel



El Viernes Santo es el día dedicado a la cruz por antonomasia. De hecho, actualmente el oficio se llama de adoración de la cruz, que es el centro y culmen de la liturgia de ese día. Por tanto, no es de extrañar que haya abundantes obras para ese día, como la de hoy. De un músico de la nobleza que sin embargo componía una polifonía bellísima.

Ese músico es Joao IV de Portugal (1604-1656), monarca portugués nacido en Vila Viçosa. Nació un 19 de marzo, con lo que ayer fue el aniversario de su nacimiento. Siendo duque de Bragança recibió instrucción musical de Robert Tornar. Fue nombrado rey y estuvo en constante conflicto con España. Pero su gran pasión era la música. Se dedicó también a componerla y a favorecer a todos los compositores que podía. Además le gustaba estar en contacto con los maestros más distinguidos de Portugal con los que aprendía constantemente. Así, patrocinó la publicación de las obras de maestros como Duarte Lobo, João Lourenço Rebelo, Manuel Cardoso o Filipe de Magalhães. Estamos en presencia de un verdadero mecenas que además sabía disfrutar de la música componiendo.

La obra que te traigo hoy es esta escalofriantemente bella Crux fidelis, a 4 voces. He de decid que en realidad no es del rey Joao IV, o por lo menos es dudosa su atribución. Hay quien dice que no se parece a otras obras por él compuestas pero bueno, casi que es lo de menos. El autor, que digamos que es Joao IV, compone una obra que es una delicia, una pura meditación ante la cruz, y ante Cristo muerto en ella, redentor de nuestros pecados. Con alternancia de canto llano, la obra casi transcurre durante todo el tiempo en fabordón, cautivando nuestros oídos.

La interpretación es del grupo The King's Singers.

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